Qué es fieri en filosofía

Qué es fieri en filosofía

En el vasto campo de la filosofía, especialmente en la tradición escolástica y tomista, el término fieri ocupa un lugar fundamental al momento de analizar la naturaleza de la existencia y la causalidad. A menudo se compara con otro término clave, esse, para entender cómo las cosas son o se hacen ser. Este artículo explorará en profundidad qué significa fieri en filosofía, su contexto histórico, sus implicaciones ontológicas y su importancia en la teoría del ser. Si te interesa desentrañar este concepto filosófico tan profundo, este artículo te guiará paso a paso a través de su significado, aplicaciones y ejemplos concretos.

¿Qué es fieri en filosofía?

En filosofía, fieri se refiere a la manera en que una cosa se hace ser, es decir, cómo adquiere su existencia a través de una causa externa. Es un concepto que contrasta con esse, que hace referencia al ser en sí, al estado de existir. Mientras que esse denota la existencia real de una cosa, fieri indica el proceso mediante el cual una entidad recibe su ser de otra, generalmente de una causa eficiente.

Este término es fundamental en la filosofía de Santo Tomás de Aquino, quien lo utilizó para explicar la diferencia entre entidades que existen por sí mismas (como Dios) y aquellas que existen porque reciben su ser de otra. Por ejemplo, un árbol tiene fieri porque su existencia depende de causas externas como la semilla, el suelo, el agua y la luz solar, mientras que Dios, según la teología tomista, es ipsum esse subsistens, es decir, su ser es inmanente y no depende de nada externo.

Un dato histórico interesante es que el uso del término fieri se remonta a Aristóteles, quien lo introdujo para describir la noción de ser hecho o generación. Sin embargo, fue Santo Tomás de Aquino quien lo sistematizó y le dio su plena relevancia en la metafísica escolástica. Este concepto también se encuentra en otros filósofos medievales como Guillermo de Ockham y Duns Scoto, aunque con matices distintos.

El papel de fieri en la ontología escolástica

En la ontología escolástica, el fieri no solo es un concepto abstracto, sino una herramienta clave para comprender la estructura de la existencia. Es a través de este término que los filósofos medievales explicaban cómo las cosas se generan, cambian y dependen de causas externas. El fieri se convierte en un criterio para distinguir entre lo que tiene existencia propia (como Dios) y lo que existe por participación (como los seres creados).

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Por ejemplo, en la metafísica de Santo Tomás, todo ser creado tiene fieri porque su existencia depende de la voluntad y el acto de crear de Dios. Esto implica que el ser de los objetos no es inmanente, sino que se hace ser a través de la acción divina. Por otro lado, Dios, al no depender de nada, no tiene fieri, sino que su esse es inmanente y auto-subsistente.

Además, el fieri es fundamental para entender la relación entre esencia y existencia. Mientras que la esencia de un ser puede ser conocida a través de la razón, su existencia (o esse) depende de una causa externa, que es precisamente el fieri. Este dualismo entre esencia y existencia es una de las bases de la filosofía tomista y tiene implicaciones profundas en la teología y la metafísica.

La relación entre fieri y la teología

El concepto de fieri no solo es relevante en el ámbito filosófico, sino que también tiene implicaciones teológicas profundas. En la teología católica, por ejemplo, el fieri ayuda a explicar la dependencia de los seres creados respecto a Dios. Según Santo Tomás, los seres finitos no pueden existir por sí mismos; su existencia depende de la acción creadora de Dios. Por eso, se dice que tienen fieri, ya que su existencia se hace a través de la voluntad divina.

Este punto es crucial para entender la noción de la dependencia creada, que afirma que nada existe por sí mismo, excepto Dios. Por lo tanto, el fieri no solo es un concepto ontológico, sino también un principio teológico que subraya la necesidad de una causa primera y no causada, que es precisamente Dios. Esta idea influyó en el desarrollo de la teología natural y la argumentación de la existencia de Dios, como en los famosos cinco caminos de Santo Tomás.

Ejemplos de fieri en la filosofía

Para comprender mejor el concepto de fieri, podemos analizar algunos ejemplos claros:

  • El ser humano: Un ser humano tiene fieri porque su existencia depende de causas externas como la unión de óvulo y espermatozoide, los cuidados maternos, la alimentación, etc. Su esencia es humana, pero su existencia se hace a través de causas eficientes.
  • Un libro: Un libro tiene fieri porque su existencia depende del autor, el editor, el papel, etc. No existe por sí mismo; necesita de causas externas para existir.
  • Un árbol: Un árbol tiene fieri porque nace de una semilla, requiere de agua, luz solar y suelo para crecer. Su existencia no es auto-subsistente.
  • Un estado político: Un país tiene fieri porque su existencia depende de la acción de sus habitantes, de leyes, de instituciones. No surge por sí mismo.

Cada uno de estos ejemplos ilustra cómo el fieri se aplica en distintos contextos para entender cómo los seres adquieren su existencia.

El concepto de fieri en la filosofía de la causalidad

El fieri está estrechamente relacionado con la noción de causalidad, especialmente en la filosofía escolástica. En este contexto, la causalidad no es solo un fenómeno físico, sino una categoría ontológica que explica cómo los seres se generan y mantienen su existencia. El fieri entra en juego cuando se habla de causas eficientes, es decir, las que producen un efecto.

Por ejemplo, en la teología natural, el fieri ayuda a explicar por qué no puede haber una cadena infinita de causas eficientes. Si cada ser depende de otra causa para existir, eventualmente debemos llegar a una causa primera, que no necesita de ninguna otra para existir. Esta causa primera, según Santo Tomás, es Dios. Por lo tanto, el fieri no solo es un concepto filosófico, sino una herramienta para argumentar la existencia de un ser necesario y auto-subsistente.

Este enfoque tiene implicaciones en la filosofía moderna, donde autores como Aristóteles, Descartes y Leibniz han desarrollado distintas teorías sobre la causalidad, aunque sin siempre recurrir al término fieri. Sin embargo, su uso en la filosofía medieval sigue siendo un referente para entender la estructura del ser.

Recopilación de autores que han utilizado el concepto de fieri

Muchos filósofos y teólogos a lo largo de la historia han trabajado con el concepto de fieri, aunque con distintos enfoques y matices. Algunos de los más destacados incluyen:

  • Santo Tomás de Aquino: El filósofo que sistematizó el uso de fieri en la filosofía escolástica.
  • Aristóteles: Introdujo los conceptos de ente y génesis, que influyeron en el desarrollo del fieri.
  • Guillermo de Ockham: En su lógica y metafísica, utilizó el fieri para analizar la dependencia de los seres.
  • Duns Scoto: Aunque criticó algunas ideas de Santo Tomás, también trabajó con la distinción entre esse y fieri.
  • San Anselmo de Canterbury: En su teología, usó nociones similares al fieri para argumentar la existencia de Dios.

Cada uno de estos autores aportó una visión única del fieri, lo que enriquece su comprensión y aplicación en distintas corrientes filosóficas y teológicas.

El fieri en la filosofía moderna

Aunque el fieri tiene sus raíces en la filosofía medieval, su influencia se ha extendido hasta la filosofía moderna y contemporánea. En el pensamiento de filósofos como Descartes, Leibniz y Kant, aunque no usan el término fieri de manera explícita, sus teorías sobre la causalidad, la existencia y la relación entre esencia y existencia reflejan ideas similares.

Por ejemplo, en la filosofía de Descartes, la noción de ser causado (causa efficiens) se parece al fieri, ya que explica cómo los efectos dependen de causas externas. En la filosofía de Leibniz, la idea de que los seres no existen por sí mismos, sino que son posibles gracias a una causa primera, también tiene paralelismos con el fieri. Sin embargo, el término fieri no se usa comúnmente en la filosofía moderna, sino que se recurre a otras categorías, como la causalidad o la necesidad.

A pesar de esto, en los estudios actuales de filosofía escolástica y teología, el fieri sigue siendo un concepto relevante para comprender la estructura del ser y la existencia.

¿Para qué sirve el fieri en filosofía?

El fieri no solo es un concepto teórico, sino una herramienta filosófica muy útil para analizar la estructura del ser y la existencia. Su principal función es permitir la distinción entre lo que existe por sí mismo y lo que existe por dependencia. Esto tiene implicaciones en múltiples áreas:

  • Metafísica: Ayuda a entender la estructura ontológica de los seres.
  • Teología: Es fundamental para argumentar la existencia de Dios como causa primera.
  • Ética: Permite analizar la responsabilidad y la dependencia moral de los seres.
  • Epistemología: Ayuda a distinguir entre conocimiento de esencia y conocimiento de existencia.

Por ejemplo, en la ética, si un ser tiene fieri, significa que su existencia depende de otros, lo cual puede implicar una responsabilidad moral por parte de esas causas. En la teología, el fieri es clave para explicar por qué los seres finitos necesitan de un creador. En la metafísica, sirve para analizar cómo los seres se generan y mantienen su existencia.

El fieri y otros conceptos filosóficos

El fieri está estrechamente relacionado con otros conceptos filosóficos, como esse, ipsum esse subsistens, causa eficiente, dependencia, ser por participación y ser inmanente. Estos términos son utilizados para describir distintos aspectos de la existencia y la estructura del ser.

Por ejemplo, esse se refiere al ser en sí, es decir, al estado de existir. Ipsum esse subsistens es un término tomista que describe a Dios, cuyo ser es inmanente y no depende de nada. Causa eficiente es una categoría aristotélica que explica cómo un efecto surge de una causa. Ser por participación se refiere a cómo los seres finitos participan del ser divino, pero no lo poseen por sí mismos.

El fieri se diferencia de estos conceptos en que no describe el ser en sí, sino el proceso mediante el cual un ser adquiere su existencia. Por lo tanto, es un concepto dinámico que explica cómo los seres se generan y dependen de causas externas.

El fieri en el contexto de la metafísica

En la metafísica escolástica, el fieri es una noción clave para entender la estructura del ser y la existencia. Este concepto ayuda a distinguir entre seres que existen por sí mismos (como Dios) y aquellos que existen por participación (como los seres creados). Esta distinción es fundamental para la teología natural y la filosofía de la causalidad.

Por ejemplo, en la teología natural, el fieri permite argumentar que no puede haber una cadena infinita de causas eficientes. Si cada ser depende de otra causa para existir, debemos llegar a una causa primera, que es precisamente Dios. Por lo tanto, el fieri no solo es un concepto filosófico, sino una herramienta para construir argumentos sobre la existencia de un ser necesario y auto-subsistente.

Además, el fieri también tiene implicaciones en la filosofía de la ciencia. En la física moderna, por ejemplo, los fenómenos naturales se explican a través de causas eficientes, lo que tiene paralelismos con el concepto de fieri en la filosofía escolástica.

El significado filosófico de fieri

El fieri tiene un significado profundo en filosofía, ya que no solo describe cómo los seres adquieren su existencia, sino que también explica su dependencia. En el lenguaje filosófico, fieri se traduce como hacerse ser, es decir, el proceso mediante el cual un ser recibe su existencia de una causa externa. Esto contrasta con esse, que se refiere al ser en sí, al estado de existir.

Por ejemplo, cuando decimos que un ser tiene fieri, significa que no existe por sí mismo, sino que su existencia depende de una causa externa. Esto es aplicable a todos los seres finitos, incluyendo animales, plantas, objetos y seres humanos. En cambio, Dios, según la teología escolástica, no tiene fieri, sino que su existencia es inmanente y auto-subsistente.

Este concepto también se utiliza para explicar la diferencia entre ser inmanente y ser por participación. Mientras que el ser inmanente es propio de Dios, el ser por participación es propio de los seres creados, que participan del ser divino, pero no lo poseen por sí mismos.

¿Cuál es el origen del término fieri?

El término fieri tiene su origen en el latín y significa hacerse o ser hecho. Es una voz derivada del verbo facere, que significa hacer. En filosofía, fieri se utiliza para describir cómo un ser adquiere su existencia a través de una causa externa. Este término se remonta a la filosofía griega, especialmente a Aristóteles, quien introdujo la idea de la génesis o ser hecho como una categoría fundamental para entender la existencia.

Aunque Aristóteles no usaba exactamente el término fieri, sus ideas sobre la generación, la causalidad y la dependencia influyeron directamente en su uso posterior en la filosofía escolástica. Santo Tomás de Aquino fue quien le dio su plena sistematización en el contexto de la metafísica y la teología. Desde entonces, el fieri se ha convertido en un concepto esencial para entender la estructura del ser y la existencia en la filosofía medieval y posterior.

El fieri en la filosofía de Santo Tomás de Aquino

En la filosofía de Santo Tomás de Aquino, el fieri ocupa un lugar central en la explicación de la existencia de los seres. Según Tomás, todo ser creado tiene fieri, ya que su existencia depende de una causa externa. Esto se debe a que, en la visión tomista, el ser y la esencia no son idénticos en los seres finitos. La esencia de un ser es lo que es en sí, mientras que su existencia (o esse) depende de una causa externa, que es precisamente el fieri.

Por ejemplo, el ser humano tiene una esencia racional, pero su existencia depende de causas eficientes como la reproducción, los cuidados, etc. Por lo tanto, tiene fieri. En cambio, Dios, según Tomás, no tiene fieri, sino que su esse es inmanente, es decir, su existencia no depende de nada, sino que es auto-subsistente.

Este concepto es fundamental para entender la teología natural y la argumentación de la existencia de Dios. Según Tomás, si todos los seres tienen fieri, debemos llegar a una causa primera que no tenga fieri, es decir, a Dios. Por lo tanto, el fieri no solo es un concepto ontológico, sino también un instrumento teológico para demostrar la existencia de un ser necesario y auto-subsistente.

¿Cómo se relaciona el fieri con el esse?

El fieri y el esse son dos conceptos estrechamente relacionados, pero con funciones distintas en la filosofía escolástica. Mientras que el esse hace referencia al ser en sí, al estado de existir, el fieri se refiere al proceso mediante el cual un ser adquiere su existencia. En otras palabras, el esse es el estado de existir, mientras que el fieri es el proceso de hacerse ser.

Por ejemplo, un ser humano tiene esse porque existe, pero también tiene fieri porque su existencia depende de causas externas como la reproducción, el cuidado, etc. En cambio, Dios, según la teología escolástica, tiene esse inmanente, pero no tiene fieri, ya que no depende de nada para existir.

Esta distinción es fundamental para entender la estructura del ser y la existencia. En la filosofía de Santo Tomás, esta relación entre esse y fieri permite distinguir entre lo que existe por sí mismo (como Dios) y lo que existe por participación (como los seres creados).

Cómo usar el fieri y ejemplos de su uso en la filosofía

El fieri se utiliza en filosofía para analizar cómo los seres adquieren su existencia. Su uso no es solo teórico, sino que tiene aplicaciones prácticas en la metafísica, la teología y la ética. A continuación, algunos ejemplos de cómo se usa el fieri:

  • En la teología: Para argumentar que Dios es la causa primera de todos los seres.
  • En la metafísica: Para distinguir entre seres que existen por sí mismos y aquellos que existen por dependencia.
  • En la ética: Para analizar la responsabilidad moral de los seres que tienen fieri.

Por ejemplo, en la ética, si un ser tiene fieri, significa que su existencia depende de otros, lo cual puede implicar una responsabilidad moral por parte de esas causas. En la teología, el fieri es clave para explicar por qué los seres finitos necesitan de un creador. En la metafísica, sirve para analizar cómo los seres se generan y mantienen su existencia.

El fieri en la filosofía contemporánea

Aunque el fieri es un concepto medieval, su influencia ha perdurado en la filosofía contemporánea. En el pensamiento de filósofos como Jacques Maritain, Etienne Gilson y Karl Rahner, el fieri ha sido revalorizado como una herramienta para entender la estructura del ser y la existencia. En la filosofía de Maritain, por ejemplo, el fieri se usa para explicar cómo los seres participan del ser divino, pero no lo poseen por sí mismos.

En la filosofía existencialista, aunque no se usa el término fieri, las ideas sobre la dependencia y la causalidad tienen paralelismos con este concepto. Por ejemplo, en el pensamiento de Jean-Paul Sartre, la noción de ser-para-otro tiene similitudes con el fieri, ya que explica cómo los seres dependen de otros para existir. Sin embargo, en la filosofía moderna, el fieri no se usa comúnmente, sino que se recurre a otras categorías, como la causalidad o la necesidad.

A pesar de esto, en los estudios actuales de filosofía escolástica y teología, el fieri sigue siendo un concepto relevante para comprender la estructura del ser y la existencia.

El fieri y su importancia en la teología cristiana

En la teología cristiana, el fieri es un concepto esencial para entender la relación entre Dios y los seres creados. Según la tradición cristiana, especialmente en la filosofía de Santo Tomás de Aquino, todos los seres finitos tienen fieri, ya que su existencia depende de la acción creadora de Dios. Esto implica que los seres no existen por sí mismos, sino que participan del ser divino.

Este punto es fundamental para entender la noción de la dependencia creada, que afirma que nada existe por sí mismo, excepto Dios. Por lo tanto, el fieri no solo es un concepto filosófico, sino también un principio teológico que subraya la necesidad de una causa primera y no causada, que es precisamente Dios. Esta idea influyó en el desarrollo de la teología natural y la argumentación de la existencia de Dios, como en los famosos cinco caminos de Santo Tomás.

Además, el fieri tiene implicaciones en la teología de la gracia. Si los seres dependen de Dios para existir, también dependen de Él para alcanzar su plenitud. Esto se refleja en la noción de la gracia, que es una participación del ser divino que permite a los seres alcanzar su finalidad última. Por lo tanto, el fieri no solo es un concepto ontológico, sino también un principio teológico que subraya la relación entre Dios y los seres creados.