Qué es y cuáles son las características de la entrevista

Qué es y cuáles son las características de la entrevista

La entrevista es una herramienta fundamental en periodismo, investigación social y selección de personal, entre otros campos. Este método permite obtener información directa de fuentes clave a través de preguntas formuladas con un propósito específico. En este artículo exploraremos, de manera exhaustiva, qué implica una entrevista, cuáles son sus características distintivas, y cómo se aplica en diferentes contextos profesionales.

¿Qué es una entrevista?

Una entrevista es una conversación estructurada entre dos o más personas, donde una de ellas (el entrevistador) formula preguntas y la otra (el entrevistado) proporciona respuestas. Este proceso tiene como objetivo recopilar información, obtener opiniones, o evaluar competencias y habilidades según el contexto en el que se lleve a cabo.

Además de su uso en la prensa y en el ámbito laboral, las entrevistas son ampliamente utilizadas en la investigación científica, en la educación y en la salud. Por ejemplo, en los estudios cualitativos, las entrevistas en profundidad son una herramienta esencial para explorar temas complejos desde la perspectiva del sujeto estudiado.

Es interesante señalar que la primera entrevista registrada data del siglo XIX, cuando los periódicos comenzaron a entrevistar a políticos y figuras públicas. Con el tiempo, se convirtió en una técnica clave para la comunicación y el análisis social.

El rol de la comunicación en el proceso de interacción

La entrevista se sustenta en una comunicación efectiva, ya sea oral o escrita, que permite que ambos interlocutores se comprendan mutuamente. En este contexto, la calidad de la comunicación influye directamente en la utilidad de la información obtenida. Un entrevistador debe ser capaz de formular preguntas claras, escuchar activamente y adaptarse al ritmo del entrevistado.

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Por otro lado, el entrevistado debe sentirse cómodo para poder expresar su pensamiento de manera auténtica. Esto implica que el ambiente donde se lleva a cabo la entrevista también juega un papel importante, ya sea físico o virtual.

La preparación previa es clave. Un buen entrevistador investiga sobre el tema y el perfil del entrevistado para formular preguntas inteligentes, lo cual no solo mejora la calidad de la información obtenida, sino que también aumenta la credibilidad del proceso.

Tipos de entrevistas según su finalidad

Dependiendo del objetivo, las entrevistas pueden clasificarse en diferentes tipos. Por ejemplo, en el ámbito laboral, se encuentran las entrevistas de selección, donde se evalúan las habilidades y competencias de un candidato. En el periodismo, se usan las entrevistas informativas para obtener testimonios o declaraciones de fuentes clave.

También existen las entrevistas de investigación, utilizadas en ciencias sociales para explorar experiencias o actitudes de los sujetos estudiados. Y las entrevistas clínicas, empleadas en salud mental para diagnosticar y tratar pacientes. Cada tipo tiene su propia metodología y estructura, lo que refleja la versatilidad de este instrumento.

Ejemplos prácticos de entrevistas en diferentes contextos

Un ejemplo clásico de entrevista es la que realiza un periodista a un político para obtener su opinión sobre un tema de actualidad. Aquí, las preguntas suelen ser abiertas para permitir una explicación más detallada. Por otro lado, en una entrevista de trabajo, el entrevistador puede usar preguntas cerradas para evaluar conocimientos técnicos o habilidades específicas.

En el ámbito académico, las entrevistas pueden ser grabadas y analizadas para identificar patrones en las respuestas. Por ejemplo, un estudio sobre la experiencia laboral de profesionales en un sector podría incluir entrevistas a 20 participantes, cuyas respuestas se codifican y categorizan posteriormente.

También en la educación, los maestros pueden realizar entrevistas a sus alumnos para conocer sus intereses, motivaciones o dificultades en el aprendizaje. Esta información puede servir para personalizar el proceso educativo.

La importancia de la preparación en una entrevista

La preparación es un factor determinante del éxito de cualquier entrevista. Antes de comenzar, el entrevistador debe definir claramente los objetivos, identificar las preguntas clave y, en caso de grabar, asegurarse de contar con el consentimiento del entrevistado. Además, es importante elegir el lugar adecuado, libre de interrupciones, y mantener una actitud profesional y respetuosa.

También es fundamental conocer al entrevistado para formular preguntas relevantes. Por ejemplo, si se entrevista a un experto en tecnología, las preguntas deben estar alineadas con su conocimiento y experiencia, evitando cuestiones fuera de su ámbito de competencia.

Finalmente, una buena preparación incluye el diseño de un guion o esquema que sirva como referencia durante la entrevista, aunque sea flexible para adaptarse a las respuestas y a las circunstancias que surjan en tiempo real.

10 características esenciales de una entrevista efectiva

  • Claridad en los objetivos: La entrevista debe tener un propósito definido.
  • Preparación del entrevistador: Investigación previa y formulación de preguntas adecuadas.
  • Ambiente propicio: Un lugar cómodo y tranquilo que facilite la comunicación.
  • Escucha activa: Capacidad para escuchar con atención y responder de manera adecuada.
  • Flexibilidad: Adaptación a las respuestas del entrevistado y a las circunstancias.
  • Preguntas estructuradas: Uso de preguntas abiertas y cerradas según sea necesario.
  • Confianza mutua: Relación respetuosa que permite al entrevistado expresarse libremente.
  • Registro de la información: Uso de notas, grabaciones o transcripciones para documentar los datos.
  • Objetividad: Evitar sesgos o influencias personales en la interpretación de las respuestas.
  • Seguimiento: Si es necesario, planificar entrevistas complementarias para profundizar en los temas.

La entrevista como herramienta de investigación social

En el ámbito académico, la entrevista es una herramienta fundamental para la investigación cualitativa. A través de este método, los investigadores pueden obtener datos en profundidad sobre experiencias, creencias y actitudes de los participantes. Por ejemplo, un estudio sobre la migración puede incluir entrevistas a familias que hayan vivido el proceso, lo que permite comprender sus motivaciones y desafíos desde una perspectiva subjetiva.

Además, en investigación social, las entrevistas suelen complementarse con otras técnicas como encuestas o observación participante, para obtener una visión más completa del fenómeno estudiado. La triangulación de métodos mejora la validez y confiabilidad de los resultados, permitiendo contrastar información de diversas fuentes.

¿Para qué sirve una entrevista?

Las entrevistas sirven para múltiples propósitos, como obtener información directa, validar datos, o explorar temas complejos desde diferentes perspectivas. En periodismo, sirven para construir reportajes y artículos basados en fuentes confiables. En el ámbito laboral, son herramientas clave para seleccionar personal, evaluar desempeño o identificar oportunidades de crecimiento profesional.

También son útiles en la educación, donde los docentes pueden usar entrevistas para conocer mejor a sus estudiantes y adaptar el contenido académico a sus necesidades. En la salud, son empleadas para diagnosticar trastornos, planificar tratamientos o evaluar el progreso del paciente. Cada aplicación tiene sus particularidades, pero todas comparten el objetivo de recopilar información valiosa a través de la interacción humana.

Diferencias entre entrevista y encuesta

Aunque ambas son herramientas de recolección de datos, la entrevista y la encuesta presentan diferencias significativas. Mientras que la encuesta es un método cuantitativo que permite recoger información de forma estructurada y a gran escala, la entrevista es un método cualitativo que se enfoca en la profundidad de la información obtenida.

Las encuestas suelen utilizarse en estudios que requieren de representatividad estadística, mientras que las entrevistas son ideales para investigaciones que buscan comprender el contexto, las motivaciones y las emociones detrás de los fenómenos estudiados. Por ejemplo, una encuesta puede medir cuántos usuarios de una app están satisfechos, mientras que una entrevista puede revelar por qué están satisfechos o insatisfechos.

También difieren en la forma de aplicación: las encuestas suelen ser autocompletadas, mientras que las entrevistas requieren la presencia de un entrevistador para guiar el proceso. Ambas son complementarias y, en muchos casos, se usan conjuntamente para obtener una visión más completa.

La entrevista como forma de evaluación profesional

En el ámbito laboral, la entrevista es una herramienta clave para evaluar el perfil de los candidatos. A través de este proceso, los responsables de selección pueden juzgar no solo los conocimientos técnicos, sino también habilidades blandas como la comunicación, el trabajo en equipo y la resolución de problemas. Por ejemplo, una entrevista estructurada puede incluir preguntas específicas sobre experiencia previa, logros personales y expectativas profesionales.

También se usan en procesos de evaluación continua, donde los empleados son entrevistados periódicamente para medir su desempeño, recibir retroalimentación y planificar su desarrollo profesional. En este caso, la entrevista se convierte en un instrumento de gestión del talento, facilitando la identificación de fortalezas y áreas de mejora.

La calidad de la entrevista de evaluación depende en gran medida de la preparación del entrevistador, quien debe formular preguntas que permitan obtener información relevante y objetiva. Además, es importante que el entorno sea favorable para que el entrevistado se sienta cómodo y pueda expresar su pensamiento sin reservas.

El significado de las características de la entrevista

Las características de una entrevista van más allá de su definición básica; reflejan las cualidades que la hacen efectiva en cada contexto. Por ejemplo, la estructura de la entrevista determina si se sigue un guion estricto o se permite mayor flexibilidad. La confidencialidad es otra característica clave, especialmente en entrevistas de investigación o clínicas, donde la privacidad del entrevistado debe garantizarse.

La objetividad del entrevistador es esencial para evitar sesgos y garantizar que la información recopilada sea representativa. Además, la interacción debe ser respetuosa y equilibrada, permitiendo que el entrevistado se exprese con libertad. Por último, la documentación de la entrevista, ya sea mediante notas, grabaciones o transcripciones, facilita su análisis y uso posterior.

Todas estas características son interdependientes y, juntas, garantizan la calidad y utilidad de la entrevista como herramienta de comunicación e investigación.

¿De dónde proviene el término entrevista?

El término entrevista proviene del francés *entretien*, que a su vez tiene raíces en el latín *intertenere*, que significa mantener entre dos personas una conversación. Su uso en el contexto moderno como método de recolección de información se popularizó a finales del siglo XIX, especialmente en los medios de comunicación. Las primeras entrevistas periodísticas se usaron para obtener declaraciones de figuras políticas o artistas, lo que marcó el inicio de su uso sistemático.

A lo largo del siglo XX, la entrevista se extendió a otros campos como la psicología, la educación y la gestión empresarial. En la década de 1950 y 1960, con el auge de la investigación social, se establecieron normas metodológicas para su aplicación en estudios académicos. Hoy en día, la entrevista es una de las técnicas más versátiles y utilizadas en múltiples disciplinas.

Otras formas de denominar una entrevista

La palabra entrevista puede referirse a diferentes contextos y, en algunos casos, se utiliza sinónimos según el ámbito. Por ejemplo, en el periodismo, se habla de declaraciones o rondas de preguntas. En el ámbito laboral, se usan términos como selección, evaluación o conversatorio. En la investigación social, se emplean expresiones como entrevista en profundidad, diálogo estructurado o consulta cualitativa.

También existen expresiones más informales, como charla informal, plática o conversación dirigida, que se usan en contextos menos formales. A pesar de las variaciones en el vocabulario, el objetivo central sigue siendo el mismo: establecer una comunicación que aporte valor a quien lo realiza o lo recibe.

¿Cómo se estructura una entrevista típica?

Una entrevista típica se estructura en varias etapas: preparación, introducción, desarrollo, cierre y documentación. En la preparación, se definen los objetivos, se investiga al entrevistado y se diseña un guion de preguntas. La introducción incluye un saludo, una breve explicación del propósito de la entrevista y una solicitud de consentimiento.

Durante el desarrollo, se realizan las preguntas principales, se escucha activamente las respuestas y se adapta el flujo según la dinámica de la conversación. En la etapa de cierre, se agradece al entrevistado, se revisan los puntos clave y se cierra la conversación de manera amable. Finalmente, se lleva a cabo la documentación, que puede incluir notas, grabaciones o transcripciones, dependiendo del propósito de la entrevista.

Cómo usar la palabra entrevista y ejemplos de uso

La palabra entrevista se usa en diversos contextos y puede adaptarse según el tono y el propósito del discurso. Por ejemplo:

  • En un artículo de prensa: La periodista realizó una entrevista exclusiva con el nuevo presidente del país.
  • En un anuncio laboral: Se requiere experiencia en entrevistas de selección y evaluación de talento.
  • En un diario académico: Se llevarán a cabo entrevistas en profundidad con los participantes del estudio.
  • En un informe de investigación: Las entrevistas revelaron patrones de comportamiento similares entre los grupos estudiados.

También puede usarse como verbo: El investigador entrevistó a diez pacientes para obtener su testimonio.

La importancia del seguimiento en las entrevistas

Un aspecto a menudo subestimado es el seguimiento posterior a la entrevista. Este proceso implica revisar los datos obtenidos, compararlos con otras fuentes, y, en algunos casos, realizar entrevistas complementarias para aclarar dudas o profundizar en ciertos temas. En el ámbito laboral, el seguimiento puede incluir una retroalimentación al candidato o la toma de decisiones sobre su contratación.

En investigación cualitativa, el análisis de las entrevistas puede llevar semanas o meses, dependiendo de la complejidad del estudio. En este proceso, se identifican categorías temáticas, se codifican las respuestas y se buscan patrones que ayuden a responder las preguntas de investigación. El seguimiento también permite identificar nuevas líneas de investigación o ajustar el enfoque del estudio si es necesario.

La entrevista como herramienta de conexión humana

Más allá de su uso como técnica de recolección de datos, la entrevista tiene un valor emocional y social. Al permitir que dos personas se conozcan más profundamente, la entrevista fomenta la empatía, el entendimiento mutuo y la construcción de relaciones. En contextos como el periodismo, la salud o la educación, esta conexión puede marcar una diferencia significativa en la experiencia del entrevistado.

Por ejemplo, en un programa de salud mental, una entrevista bien realizada puede ayudar al paciente a sentirse escuchado y apoyado. En el periodismo, puede dar voz a personas cuyas historias no serían contadas de otra manera. En el ámbito laboral, puede identificar talentos ocultos o motivar a un empleado a alcanzar nuevos retos. La entrevista, entonces, no solo es una herramienta funcional, sino también un puente entre personas.