Estrategia nacional de turismo que es

Estrategia nacional de turismo que es

La estrategia nacional de turismo es un plan integral diseñado para promover, desarrollar y gestionar el turismo de manera sostenible en un país. Este marco estratégico busca potenciar la industria turística como motor de crecimiento económico, empleo y desarrollo social, a la vez que protege el patrimonio cultural y natural del lugar. En este artículo, exploraremos en profundidad qué implica una estrategia nacional de turismo, sus objetivos, ejemplos prácticos, beneficios y cómo se implementa en diferentes contextos nacionales.

¿Qué es una estrategia nacional de turismo?

Una estrategia nacional de turismo es un documento o plan gubernamental que establece las metas, acciones y recursos necesarios para desarrollar el turismo de forma sostenible, competitiva y equitativa. Este plan se diseña con el objetivo de atraer visitantes, diversificar ofertas, mejorar infraestructuras, proteger el medio ambiente y generar empleo en sectores relacionados con el turismo.

Este tipo de estrategia se basa en un diagnóstico del sector turístico actual, identificando oportunidades, amenazas y necesidades de mejora. Además, implica la coordinación entre diferentes instituciones públicas y privadas, con el fin de garantizar la coherencia y eficacia de las políticas implementadas.

Un dato interesante es que el turismo genera alrededor del 10% del PIB mundial, según datos de la Organización Mundial del Turismo (UNWTO), lo que subraya su importancia como eje estratégico para muchos países. Por ejemplo, España, Turquía o Tailandia han desarrollado estrategias nacionales que han convertido a sus destinos en referentes internacionales del turismo.

El papel del turismo en la economía y el desarrollo sostenible

El turismo no solo es una industria en sí misma, sino que también actúa como un catalizador para otras áreas económicas, como la agricultura, el transporte, la construcción y el entretenimiento. Una estrategia nacional de turismo busca optimizar estos efectos indirectos, promoviendo un desarrollo económico más inclusivo.

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En países como Costa Rica, por ejemplo, el turismo se ha convertido en un pilar fundamental para el crecimiento sostenible. Allí, más del 5% del PIB proviene del sector turístico, y gran parte de las inversiones en turismo están destinadas a la conservación de áreas naturales y el apoyo a comunidades locales. Esto muestra cómo una estrategia bien diseñada puede equilibrar el desarrollo económico con la protección ambiental.

Otra ventaja es que el turismo fomenta la diversificación económica, reduciendo la dependencia de otros sectores. En muchos países en vías de desarrollo, el turismo se ha convertido en un motor de crecimiento alternativo, generando empleo en zonas rurales y reduciendo la migración hacia las ciudades.

La importancia de la participación de los actores locales

Una de las claves para el éxito de una estrategia nacional de turismo es la participación activa de los actores locales, como comunidades, empresarios y organizaciones no gubernamentales. Estos grupos aportan conocimientos sobre el territorio, las necesidades reales y las posibilidades de desarrollo.

En la práctica, esto significa que las estrategias nacionales no deben ser planes abstractos, sino herramientas participativas que involucren a todos los interesados. Por ejemplo, en Perú, la estrategia nacional de turismo ha incluido a comunidades andinas en la gestión del turismo cultural, lo que ha mejorado tanto la experiencia del visitante como la calidad de vida de los habitantes.

Además, la participación local ayuda a garantizar que los beneficios económicos del turismo lleguen de manera equitativa a toda la población, evitando la concentración de riqueza en manos de unos pocos.

Ejemplos de estrategias nacionales de turismo exitosas

Existen varios ejemplos internacionales de estrategias nacionales de turismo que han tenido un impacto significativo. Uno de los más destacados es el caso de Australia, cuya estrategia nacional de turismo se centra en promover destinos únicos como el Gran Arrecife de Coral, los parques nacionales y las culturas aborígenes. Esta estrategia incluye inversiones en infraestructura, capacitación de guías y promoción internacional a través de campañas como Come and See Australia.

Otro ejemplo es Chile, que ha desarrollado una estrategia basada en la diversidad geográfica del país. Desde el desierto de Atacama hasta la Patagonia y el extremo norte de las islas Chiloé, Chile ha diseñado itinerarios turísticos que resaltan cada uno de estos entornos, atrayendo a turistas de todo el mundo.

En México, la estrategia nacional de turismo busca equilibrar el desarrollo entre zonas con alta afluencia turística y regiones menos conocidas. Esto incluye el fomento del turismo rural, cultural y ecológico, con el fin de distribuir los beneficios del turismo de manera más equitativa.

Los pilares fundamentales de una estrategia nacional de turismo

Cualquier estrategia nacional de turismo debe contar con una base sólida de pílares que guíen su implementación. Estos suelen incluir:

  • Sostenibilidad ambiental: Promover práctas turísticas que respeten el entorno natural y cultural.
  • Desarrollo económico inclusivo: Generar empleo y oportunidades para todos los sectores de la población.
  • Mejora de infraestructura: Invertir en transporte, servicios básicos y conectividad.
  • Promoción y marketing: Diseñar campañas de promoción a nivel nacional e internacional.
  • Capacitación y formación: Preparar al personal de la industria turística para ofrecer una experiencia de calidad.
  • Participación ciudadana: Involucrar a las comunidades locales en la planificación y ejecución de proyectos.

Estos pilares no solo definen la estructura de la estrategia, sino que también garantizan su coherencia y viabilidad a largo plazo. Por ejemplo, en Canadá, la estrategia nacional de turismo se basa en la promoción de experiencias auténticas, como el turismo de naturaleza y aventura, apoyado por una infraestructura moderna y sostenible.

Recopilación de estrategias nacionales de turismo en América Latina

En América Latina, varios países han desarrollado estrategias nacionales de turismo que reflejan sus realidades particulares. Aquí tienes una recopilación de algunos casos destacados:

  • Argentina: Foca en el turismo de montaña, patrimonio cultural y turismo rural. Destaca por sus rutas de senderismo y parques nacionales.
  • Colombia: Promueve el turismo cultural y de aventura, con un enfoque en la seguridad y la conectividad de ciudades como Medellín y Cartagena.
  • Brasil: Apuesta por el turismo de playa, ecoturismo y turismo religioso, con destinos como el Caribe brasileño y el centro histórico de Salvador.
  • México: Diversifica su oferta entre turismo de sol y playa, cultural, de negocios y de salud.
  • Perú: Se centra en el turismo cultural, con el Camino Inca y Machu Picchu como ejes centrales.

Estas estrategias tienen en común el enfoque en la diversidad geográfica y cultural, así como el compromiso con el desarrollo sostenible.

El turismo como herramienta de integración social y cultural

El turismo no solo es una industria económica, sino también un puente entre culturas. Una estrategia nacional de turismo bien implementada puede fortalecer la identidad cultural de un país, fomentar el respeto mutuo entre visitantes y anfitriones, y promover la integración social.

En países como Costa Rica o Bolivia, el turismo cultural y comunitario se ha convertido en una forma de preservar y valorizar las tradiciones locales. Esto no solo beneficia a los turistas, que tienen la oportunidad de vivir experiencias auténticas, sino también a los habitantes, que ven reconocida su cultura y reciben ingresos directos por su participación.

Además, el turismo puede ayudar a reducir desigualdades regionales al distribuir los beneficios económicos más equitativamente. Por ejemplo, en Colombia, programas de turismo rural han permitido a comunidades del interior del país generar ingresos sostenibles sin depender exclusivamente de actividades extractivas o agrícolas.

¿Para qué sirve una estrategia nacional de turismo?

Una estrategia nacional de turismo tiene múltiples funciones, entre las que destacan:

  • Promover el turismo como motor económico: Atraer visitantes extranjeros y nacionales, generando divisas y empleo.
  • Mejorar la calidad del turismo: Establecer estándares de servicio, seguridad y sostenibilidad.
  • Proteger el patrimonio cultural y natural: Evitar el deterioro de sitios históricos y ecológicos por el turismo masivo.
  • Fortalecer la imagen internacional del país: Aumentar la visibilidad y atractivo del destino.
  • Fomentar la integración social: Involucrar a las comunidades locales en el desarrollo del turismo.

Un ejemplo práctico es Tailandia, cuya estrategia nacional busca equilibrar el crecimiento del turismo con la protección de su cultura y medio ambiente. Esto se traduce en políticas de gestión de afluencia en destinos como Bangkok y Phuket, y en el fomento del turismo rural sostenible.

Planificación y ejecución de una estrategia nacional de turismo

Para que una estrategia nacional de turismo sea efectiva, es fundamental que cuente con una planificación clara y una ejecución bien coordinada. Esto implica:

  • Diagnóstico del sector turístico actual: Identificar fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas.
  • Definición de objetivos específicos: Establecer metas medibles a corto, mediano y largo plazo.
  • Asignación de recursos: Invertir en infraestructura, capacitación y promoción.
  • Coordinación interinstitucional: Trabajar en conjunto con gobierno, sector privado y sociedad civil.
  • Monitoreo y evaluación: Implementar indicadores para medir el impacto de la estrategia.

Un ejemplo exitoso es Francia, cuya estrategia nacional incluye el apoyo a las regiones menos turísticas y el desarrollo de productos turísticos innovadores, como el turismo de salud y el turismo sostenible.

El turismo como herramienta de diplomacia cultural

El turismo también puede funcionar como una forma de diplomacia cultural, fortaleciendo las relaciones internacionales a través del intercambio humano. Una estrategia nacional de turismo puede incluir programas que fomenten el turismo cultural, el turismo de intercambio y el turismo religioso, permitiendo que los visitantes conozcan de cerca la cultura del país anfitrión.

En España, por ejemplo, el turismo cultural es una de las áreas más destacadas de su estrategia nacional. Destinos como Toledo, Córdoba o Santiago de Compostela atraen a millones de visitantes cada año, no solo por su belleza, sino por su riqueza histórica y cultural. Esto contribuye a la proyección internacional de España como un destino de turismo de alto valor.

Además, el turismo puede ser una herramienta para resolver conflictos y construir puentes entre culturas. En Israel, por ejemplo, el turismo es una forma de mostrar al mundo la diversidad y riqueza del país, ayudando a desmitificar estereotipos y fomentar el entendimiento mutuo.

El significado de una estrategia nacional de turismo

Una estrategia nacional de turismo no es solo un documento gubernamental, sino una guía de acción que define cómo un país quiere posicionar su turismo en el mercado global. Su significado va más allá del económico, ya que también aborda aspectos sociales, culturales y ambientales.

En términos simples, una estrategia nacional de turismo busca responder a preguntas clave como:

  • ¿Qué tipo de turismo queremos desarrollar?
  • ¿Qué destinos queremos promover?
  • ¿Cómo queremos que sea la experiencia del visitante?
  • ¿Cómo queremos que el turismo impacte en nuestra sociedad?

Por ejemplo, en Nueva Zelanda, la estrategia nacional se centra en el concepto de Aotearoa, respetando la cultura maorí y promoviendo un turismo de bajo impacto ambiental. Esta visión estratégica no solo define el tipo de turismo que se quiere, sino también el tipo de país que se quiere ser.

¿De dónde surge la idea de una estrategia nacional de turismo?

La idea de implementar una estrategia nacional de turismo no es nueva. Surgió como una respuesta a la creciente importancia del turismo como motor de desarrollo económico y social. En la década de 1970, varios países comenzaron a reconocer el turismo como un sector estratégico, lo que llevó al diseño de planes nacionales para su gestión.

Uno de los primeros en adoptar esta práctica fue España, que en los años 80 desarrolló una estrategia que transformó al país en uno de los destinos turísticos más importantes del mundo. Esta estrategia incluyó inversiones masivas en infraestructura, promoción internacional y mejora de servicios turísticos.

Desde entonces, muchas naciones han seguido el ejemplo, adaptando las estrategias a sus realidades particulares. Hoy en día, una estrategia nacional de turismo es una herramienta clave para posicionar a un país en el mercado global del turismo.

Alternativas y sinónimos para la estrategia nacional de turismo

Existen múltiples maneras de referirse a una estrategia nacional de turismo, dependiendo del contexto o el país. Algunos sinónimos o términos alternativos incluyen:

  • Plan nacional de turismo
  • Política turística nacional
  • Marco estratégico del turismo
  • Estrategia de desarrollo turístico
  • Programa nacional del turismo

Estos términos se utilizan de manera intercambiable, pero su significado es esencialmente el mismo: un plan estructurado para promover y desarrollar el turismo de forma sostenible y coordinada.

En Reino Unido, por ejemplo, se utiliza el término National Tourism Strategy, que se enfoca en el crecimiento del turismo interno y la atracción de visitantes internacionales. En Francia, se habla de Stratégie Nationale du Tourisme, que tiene como objetivo posicionar a Francia como el primer destino turístico del mundo.

¿Cómo se compone una estrategia nacional de turismo?

La estructura de una estrategia nacional de turismo puede variar según el país, pero generalmente incluye los siguientes componentes:

  • Introducción y contexto: Presenta el marco general del turismo y el diagnóstico del sector.
  • Objetivos y metas: Define lo que se busca lograr a corto, mediano y largo plazo.
  • Ejes estratégicos: Identifica las áreas prioritarias para el desarrollo del turismo.
  • Acciones concretas: Propone iniciativas, programas y proyectos.
  • Indicadores de seguimiento: Establece métricas para evaluar el impacto.
  • Presupuesto y recursos: Asigna los recursos necesarios para la implementación.
  • Plan de comunicación: Define cómo se difundirá la estrategia y se involucrará a la sociedad.

Por ejemplo, en México, la estrategia nacional de turismo incluye un enfoque en la promoción del turismo rural, cultural y de salud, con acciones concretas como la mejora de carreteras, la capacitación de guías turísticos y el fomento de emprendimientos locales.

Cómo usar la estrategia nacional de turismo y ejemplos de aplicación

Para que una estrategia nacional de turismo sea efectiva, debe aplicarse de manera práctica y con involucramiento de todos los actores. Algunos ejemplos de cómo se puede usar esta estrategia incluyen:

  • Inversión en infraestructura: Mejorar carreteras, aeropuertos y servicios básicos en zonas turísticas.
  • Capacitación de personal: Ofrecer formación en atención al cliente, seguridad y sostenibilidad.
  • Promoción internacional: Realizar campañas de marketing en mercados clave como Europa o Asia.
  • Turismo sostenible: Implementar políticas para reducir el impacto ambiental del turismo.
  • Turismo comunitario: Involucrar a las comunidades locales en la gestión de sus recursos turísticos.

Un ejemplo práctico es el caso de Chile, donde la estrategia nacional incluye el fomento del turismo de aventura en la Patagonia, con programas específicos para guías y operadores turísticos. Esto no solo mejora la experiencia del visitante, sino que también genera empleo y fomenta la economía local.

El impacto social de una estrategia nacional de turismo

Una estrategia nacional de turismo bien implementada no solo tiene un impacto económico, sino también social. Algunos de los efectos positivos incluyen:

  • Reducción de la pobreza: Generar empleo en zonas rurales y marginadas.
  • Fortalecimiento de la identidad cultural: Valorizar y promover las tradiciones locales.
  • Mejora de la calidad de vida: Acceso a servicios básicos y mejoras en la infraestructura.
  • Inclusión social: Dar oportunidades a grupos vulnerables, como mujeres y pueblos indígenas.

En Bolivia, por ejemplo, el turismo comunitario ha permitido a las comunidades indígenas mostrar su cultura y tradiciones a los visitantes, generando ingresos directos y fomentando el respeto por su patrimonio.

El turismo y la sostenibilidad ambiental

El turismo, si no se gestiona adecuadamente, puede tener un impacto negativo en el medio ambiente. Por eso, muchas estrategias nacionales de turismo incluyen componentes de sostenibilidad ambiental. Algunas de las acciones comunes incluyen:

  • Limitar la afluencia en sitios sensibles: Evitar el deterioro de áreas naturales por el turismo masivo.
  • Promover el uso de energías renovables: Incentivar hoteles y empresas turísticas a reducir su huella de carbono.
  • Incentivar el turismo de bajo impacto: Fomentar el turismo rural, ecológico y comunitario.
  • Educación ambiental: Capacitar a los turistas y al personal en prácticas sostenibles.

En Costa Rica, por ejemplo, el turismo ecológico es una de las principales fuentes de ingresos, y el país se ha comprometido a ser el primer país en el mundo en alcanzar neutralidad de carbono.