Qué es la ley natural santo tomas

Qué es la ley natural santo tomas

La filosofía y teología de Santo Tomás de Aquino han dejado un legado profundo en la historia del pensamiento occidental. Una de las ideas más influyentes de su obra es la noción de ley natural, un concepto que busca explicar cómo la razón humana puede acceder al bien y al orden moral universal. Este artículo aborda con profundidad qué es la ley natural según Santo Tomás, su desarrollo histórico, su importancia en la ética y el derecho, y cómo ha influido en la filosofía moderna. A través de este análisis, se explorará cómo la ley natural se relaciona con la divinidad, la moral y el comportamiento humano.

¿Qué es la ley natural según Santo Tomás?

La ley natural, según Santo Tomás de Aquino, es un orden moral universal que se deriva de la razón y que refleja el orden divino establecido por Dios. En otras palabras, es una ley que se manifiesta en la naturaleza humana y que permite a los individuos reconocer lo que es bueno y justo por sí mismo, sin necesidad de revelación o costumbre. Para Santo Tomás, esta ley no es una invención humana, sino una participación de la ley eterna de Dios en la creación.

Santo Tomás se apoya en Aristóteles y en la filosofía clásica para fundamentar su concepción de la ley natural. Según él, Dios es el autor de todas las leyes, incluida la natural, que se revela a través de la razón humana. La ley natural, por tanto, no es un mandato divino explícito como la ley revelada (por ejemplo, la ley bíblica), sino una ley que se puede descubrir por la razón, y que guía al ser humano hacia su fin último: la felicidad y la unión con Dios.

Un dato curioso es que la noción de ley natural no es exclusiva de la teología cristiana. Ya en la Antigüedad, filósofos como Platón y Cicerón habían hablado de una ley universal que regía la conducta moral. Lo que Santo Tomás aporta es una síntesis entre la filosofía griega y la teología cristiana, integrando la idea de una ley racional con la existencia de un Dios creador que ordena el universo. Esta síntesis se convirtió en la base del pensamiento moral y político en la Edad Media y, posteriormente, en el derecho moderno.

El origen y desarrollo de la noción de ley natural

La idea de ley natural ha evolucionado a lo largo de la historia, pero su fundamento filosófico se puede rastrear hasta los griegos. En el pensamiento de Platón, por ejemplo, la ley natural se asocia con la idea de la justicia y el orden universal. Aristóteles, por su parte, establece que la naturaleza tiene un propósito (telos) y que los seres humanos, por su capacidad de razonar, pueden discernir lo que es natural y bueno.

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Santo Tomás toma estas ideas y las fundamenta en la teología cristiana. Para él, la ley natural no es una abstracción filosófica, sino una realidad que forma parte del orden divino. En su obra *Suma Teológica*, desarrolla una teoría sistemática de las leyes, distinguiendo entre la ley eterna, la ley natural, la ley divina y la ley positiva. La ley natural es, en este esquema, una participación de la ley eterna de Dios en la naturaleza humana.

Este desarrollo teórico fue fundamental para la formación del derecho natural, que influyó profundamente en filósofos posteriores como Francisco Suárez, Thomas Hobbes y John Locke. La ley natural de Santo Tomás no solo tenía un valor teórico, sino también práctico, ya que servía como base para juzgar la justicia de las leyes humanas.

La ley natural en el contexto medieval y su influencia

Durante la Edad Media, la ley natural se convirtió en un pilar fundamental del pensamiento moral y político. En un contexto donde la Iglesia tenía un papel central en la vida social, la filosofía de Santo Tomás ofrecía un marco para comprender el comportamiento ético sin depender únicamente de la revelación religiosa. Esto permitió que la ley natural fuera utilizada como base para la justicia, incluso en contextos seculares.

La ley natural también influyó en la teoría política medieval, especialmente en la legitimación del poder. Según Santo Tomás, un gobernante no puede legislar en contra de la ley natural, ya que eso sería ir contra la razón y, por ende, contra la voluntad divina. Esta idea se convirtió en un punto de crítica hacia regímenes tiránicos, y fue utilizada por pensadores posteriores para argumentar la necesidad de un gobierno justo basado en principios racionales.

Además, la ley natural tuvo una influencia directa en el desarrollo de la ética profesional y del derecho canónico. En la *Suma Teológica*, Santo Tomás aborda cuestiones como la justicia, la caridad, el deber y el pecado, siempre desde la perspectiva de lo que es natural y racional. Esta ética natural se convirtió en una herramienta para evaluar la moralidad de las acciones humanas.

Ejemplos de la ley natural en la vida cotidiana

La ley natural, según Santo Tomás, se manifiesta en la conducta básica que todo ser humano reconoce como buena y justa. Algunos ejemplos claros incluyen:

  • El deseo de vivir y preservar la vida. Esta es una inclinación natural que todo ser humano comparte. Por eso, el asesinato es considerado un acto intrínsecamente malo.
  • El deseo de conocer la verdad. La razón humana busca comprender el mundo, lo que lleva a la búsqueda de conocimiento y a la evitación de la mentira.
  • El deseo de vivir en sociedad. El hombre es un animal social, por lo que hay una inclinación natural hacia la justicia, la cooperación y el respeto por los demás.
  • El deseo de criar a los hijos. La protección y el cuidado de la descendencia son considerados actos naturales y morales.

Estos ejemplos muestran cómo la ley natural no es abstracta, sino que se manifiesta en acciones concretas que son reconocidas como buenas por la razón humana. En la ética y el derecho, estos principios sirven como base para juzgar si una acción o una ley es justa o injusta.

La ley natural como fundamento del orden moral

La ley natural, en la filosofía de Santo Tomás, no solo es una guía moral, sino también un fundamento del orden universal. Para él, el universo está ordenado por la providencia divina, y la ley natural es una participación de ese orden en la naturaleza humana. Esto significa que, al seguir la ley natural, los seres humanos participan activamente en la armonía del cosmos.

Otra característica importante es que la ley natural es universal y inmutable. No cambia según el lugar o la cultura, ya que se basa en la razón, que es común a todos los seres humanos. Por eso, los principios derivados de la ley natural pueden aplicarse a cualquier situación, independientemente del contexto histórico o social.

Por ejemplo, el respeto a la vida, la verdad, la justicia y la libertad son considerados principios naturales porque son reconocidos por toda la humanidad. Esto da a la ley natural una base moral más sólida que las leyes positivas, que pueden variar según las circunstancias y los intereses políticos.

Principios universales derivados de la ley natural

A partir de la ley natural, Santo Tomás desarrolla una serie de principios universales que sirven como base para la ética y el derecho. Algunos de los más importantes incluyen:

  • La preservación de la vida humana. Todo ser humano tiene el derecho natural a vivir y a protegerse de la muerte violenta.
  • La búsqueda de la verdad. La razón humana busca el conocimiento y se opone a la mentira y la ignorancia.
  • La justicia social. El hombre es un ser social, por lo que debe actuar con justicia y equidad hacia los demás.
  • El respeto a la propiedad privada. Aunque Santo Tomás no es un defensor del capitalismo, sí reconoce que la propiedad privada es un derecho natural.
  • La responsabilidad moral. Las acciones humanas deben ser juzgadas según su intención, su objeto y sus consecuencias.

Estos principios no solo son válidos en la teoría, sino que también tienen aplicación práctica en la vida cotidiana, en la legislación y en la ética profesional. Por ejemplo, en el derecho penal, la idea de que la vida humana es sagrada se traduce en la prohibición del asesinato y en el respeto a los derechos de los acusados.

La ley natural como base del derecho

La ley natural no solo es un concepto filosófico, sino también una base para el derecho. En la teoría jurídica, se habla de derecho natural como el conjunto de normas que se derivan de la ley natural. Este derecho natural sirve como criterio para juzgar la validez de las leyes positivas (es decir, las leyes creadas por los hombres).

Una ley que contradiga la ley natural no es solo injusta, sino que es considerada una ley injusta, y por lo tanto, no obliga. Este principio fue desarrollado más tarde por filósofos como Francisco Suárez y John Locke, quienes argumentaron que los ciudadanos tienen derecho a resistir a gobiernos que legislan en contra de la ley natural.

En la práctica, esto significa que los jueces, los legisladores y los ciudadanos deben evaluar las leyes según su conformidad con los principios universales de justicia, verdad y bien. Por ejemplo, una ley que permita la esclavitud sería considerada injusta y, por lo tanto, inválida desde el punto de vista del derecho natural.

¿Para qué sirve la ley natural?

La ley natural sirve principalmente como una guía moral universal que permite a los seres humanos discernir lo que es bueno y justo. A diferencia de las leyes positivas, que pueden cambiar según las circunstancias, la ley natural es inmutable y se basa en la razón, que es común a todos los seres humanos.

Además, la ley natural tiene varias funciones prácticas:

  • Guía moral para el individuo: Ayuda al ser humano a actuar según el bien y la justicia.
  • Base para el derecho: Sirve como fundamento para juzgar la validez de las leyes positivas.
  • Criterio de justicia social: Permite evaluar si una sociedad es justa y si sus instituciones respetan los derechos naturales.
  • Instrumento de crítica política: Se usa para denunciar gobiernos o regímenes que legislan en contra de la justicia.

Por ejemplo, en tiempos de dictaduras, la ley natural se ha utilizado como argumento para defender la resistencia pacífica y la lucha por la libertad. En el caso de los derechos humanos, la ley natural proporciona una base filosófica para defender la dignidad del ser humano, independientemente de su raza, género o nacionalidad.

Ley natural vs. ley positiva

Una de las distinciones más importantes en la teoría de Santo Tomás es la entre la ley natural y la ley positiva. Mientras que la ley natural es universal y racional, la ley positiva es una creación humana que puede variar según el lugar, la cultura y el tiempo. La ley positiva debe ser evaluada según si se ajusta o no a los principios de la ley natural.

Para Santo Tomás, una ley positiva que contradiga la ley natural no es solo injusta, sino que es ilegítima. Esto significa que los ciudadanos no están obligados a obedecerla. Esta idea fue desarrollada más tarde por filósofos como John Locke y Jean-Jacques Rousseau, quienes argumentaron que el gobierno debe ser legítimo y justificado por el pueblo.

Un ejemplo clásico es el de las leyes de segregación racial en Estados Unidos. Desde el punto de vista del derecho natural, estas leyes eran injustas porque violaban el principio de igualdad y dignidad de todos los seres humanos. Por eso, los movimientos por los derechos civiles usaron la ley natural como base para su lucha.

La ley natural y la teología cristiana

La ley natural no existe en aislamiento; forma parte de un sistema teológico más amplio. Para Santo Tomás, la ley natural es una participación de la ley eterna de Dios en la naturaleza humana. Dios, como creador, ordena el universo y establece leyes que se manifiestan en la razón humana. La ley natural, por tanto, no es solo una herramienta moral, sino también una revelación implícita de la voluntad divina.

Esta relación entre la ley natural y la teología cristiana es fundamental para entender la ética de Santo Tomás. Para él, la moral no es un invento humano, sino una participación de la ordenación divina del universo. Por eso, actuar según la ley natural es también una forma de acercarse a Dios, ya que se vive de acuerdo con el orden que Él ha establecido.

Además, la ley natural y la ley divina (revelada) no se contradicen, sino que se complementan. Mientras que la ley natural puede ser conocida por la razón, la ley divina (como la ley bíblica) es revelada por Dios y complementa la ley natural con mandatos específicos. Juntas, ambas leyes forman la base del comportamiento moral cristiano.

¿Qué significa la ley natural?

La ley natural, según Santo Tomás de Aquino, es un conjunto de principios universales que se manifiestan en la razón humana y que guían a los individuos hacia el bien. Es una ley que no se crea, sino que se descubre, y que se basa en la naturaleza del hombre y en su ordenamiento racional. Para Santo Tomás, la ley natural es una participación de la ley eterna de Dios en la creación, lo que le da una validez universal y trascendental.

Esta ley no es solo una guía moral, sino también una base para el derecho y la política. Al ser descubierta por la razón, la ley natural es accesible a todos los seres humanos, independientemente de su religión o cultura. Esto la hace una herramienta poderosa para construir sociedades justas y equitativas. Por ejemplo, los derechos humanos modernos tienen su fundamento en principios derivados de la ley natural, como el derecho a la vida, a la libertad y a la justicia.

Además, la ley natural es una forma de ética natural, que no depende de las creencias religiosas o culturales, sino de la razón y de la experiencia humana. Esto la convierte en un punto de encuentro entre diferentes tradiciones filosóficas y teológicas. Para Santo Tomás, la ley natural es el fundamento último de la moral, el derecho y la política.

¿De dónde proviene la noción de ley natural?

La idea de ley natural tiene raíces en la filosofía griega y en la teología cristiana. En la Antigüedad, filósofos como Platón y Aristóteles hablaban de un orden universal que gobernaba la conducta humana. Para Aristóteles, la ley natural se relacionaba con la idea de que los seres humanos tienen un fin (telos) y que su conducta debe estar orientada hacia ese fin.

En el contexto cristiano, Santo Tomás de Aquino integró estas ideas con la teología cristiana. Para él, la ley natural no es una invención humana, sino una participación de la ley eterna de Dios en la naturaleza humana. Esta ley eterna es el orden que Dios establece en el universo, y la ley natural es una forma en que ese orden se manifiesta en la razón humana.

Además, Santo Tomás se apoyó en las escrituras bíblicas para fundamentar su teoría. Por ejemplo, en el Génesis se dice que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, lo que implica que el ser humano tiene una capacidad única para conocer el bien y el mal. Esta capacidad es, según Santo Tomás, la base de la ley natural.

Ley natural y moral

La ley natural y la moral están estrechamente relacionadas, ya que la ley natural proporciona los principios fundamentales sobre los que se construye la moral. Para Santo Tomás, la moral no es subjetiva, sino que se basa en principios universales que se descubren por la razón. Estos principios, como el respeto a la vida, la verdad, la justicia y la libertad, son considerados universales porque son reconocidos por todas las culturas.

La moral, entonces, no es solo una cuestión de costumbre o tradición, sino que tiene una base racional y universal. Esto permite que diferentes sociedades, aunque puedan tener diferentes leyes positivas, compartan principios morales fundamentales. Por ejemplo, todas las culturas prohiben el asesinato, lo que sugiere que hay un principio moral universal subyacente.

En la ética cristiana, la ley natural se complementa con la ley divina. Mientras que la ley natural puede ser conocida por la razón, la ley divina (revelada) proporciona mandatos específicos que guían al ser humano hacia la salvación. Juntas, ambas leyes forman una ética integral que abarca tanto la vida terrenal como la vida eterna.

¿Por qué es importante la ley natural?

La ley natural es importante porque proporciona una base universal para la moral, el derecho y la política. A diferencia de las leyes positivas, que pueden variar según el contexto histórico o cultural, la ley natural es inmutable y se basa en la razón, que es común a todos los seres humanos. Esto la convierte en una herramienta poderosa para construir sociedades justas y equitables.

Además, la ley natural permite a los individuos discernir lo que es moralmente correcto sin depender únicamente de la religión o de las costumbres. Esto es especialmente útil en un mundo globalizado, donde las personas de diferentes culturas y religiones deben encontrar puntos de encuentro éticos.

Por último, la ley natural tiene una importancia teológica, ya que conecta la ética con la divinidad. Para Santo Tomás, vivir según la ley natural es una forma de acercarse a Dios, ya que se vive de acuerdo con el orden que Él ha establecido en la creación.

Cómo aplicar la ley natural en la vida cotidiana

La ley natural no solo es un concepto filosófico, sino también una herramienta práctica para guiar la vida moral y política. Para aplicarla en la vida cotidiana, es útil seguir algunos principios básicos:

  • Actuar con honestidad y verdad: La ley natural reconoce la importancia de la verdad como un bien universal.
  • Respetar a los demás: El respeto a la dignidad humana es un principio fundamental de la ley natural.
  • Promover la justicia: La justicia es un valor central en la ley natural y debe ser practicada tanto en lo privado como en lo público.
  • Buscar la felicidad y el bien común: La ley natural orienta al ser humano hacia su fin último: la felicidad y la unión con Dios.

Por ejemplo, en el ámbito laboral, la ley natural puede guiar a los empleados a actuar con integridad, a no explotar a sus colegas y a respetar los derechos de todos. En el ámbito político, puede servir para juzgar si una ley es justa o si un gobierno actúa en contra de los derechos naturales.

La ley natural y la ética profesional

La ley natural también tiene aplicaciones en la ética profesional. En campos como la medicina, la ingeniería o el derecho, los profesionales deben seguir principios que se derivan de la ley natural. Por ejemplo, un médico tiene la obligación de respetar la vida y la salud de sus pacientes, lo cual es un principio universal reconocido por la ley natural.

En la ética empresarial, la ley natural exige que las empresas actúen con justicia, respeten los derechos de sus empleados y no exploten a los consumidores. Esto se traduce en políticas de responsabilidad social y sostenibilidad.

En resumen, la ley natural no solo es relevante en la filosofía y la teología, sino que también tiene aplicaciones prácticas en la vida profesional y social.

La ley natural en la filosofía moderna

La influencia de la ley natural no se detuvo con Santo Tomás. Durante la Ilustración, filósofos como Locke, Rousseau y Kant reexaminaron la noción de ley natural desde perspectivas más seculares. Para Locke, la ley natural establecía derechos universales como la vida, la libertad y la propiedad. Para Kant, la ley natural se relacionaba con la razón práctica y con los deberes universales del ser humano.

En el siglo XX, filósofos como John Rawls y Hannah Arendt también se inspiraron en la noción de ley natural para desarrollar teorías sobre la justicia y los derechos humanos. Rawls, por ejemplo, propuso un contrato social basado en principios universales, que se asemejan a los principios de la ley natural.

Hoy en día, la ley natural sigue siendo una base filosófica importante para la defensa de los derechos humanos, la democracia y la justicia social.