El GLN físico es un identificador único utilizado en el ámbito de la logística y la gestión de inventarios para identificar de manera precisa una ubicación física o un contenedor de productos. Este código, que forma parte del estándar GS1, permite a las empresas organizar, controlar y hacer seguimiento a sus operaciones de manera eficiente. En este artículo exploraremos a fondo qué significa el GLN físico, cómo se aplica en diferentes contextos y por qué es fundamental en el mundo empresarial.
¿Qué es el GLN físico?
El GLN, o Número Global de Ubicación, es un código de identificación estándar internacional desarrollado por la organización GS1. El GLN físico se utiliza específicamente para identificar una ubicación concreta, como un almacén, una tienda, un contenedor o incluso una góndola dentro de una tienda. Este código consta de 13 dígitos, de los cuales los primeros 9 o 12 representan la ubicación específica, y el último es un dígito de control para evitar errores.
El GLN físico no solo facilita el control de inventarios, sino que también permite una trazabilidad precisa de los productos, lo que es vital en sectores como la salud, la alimentación o la logística internacional. Su uso estándar garantiza que cualquier empresa, sin importar el país en el que opere, pueda intercambiar información de forma uniforme y sin ambigüedades.
Un dato interesante es que el GLN fue introducido en la década de 1990 como parte de los esfuerzos de GS1 para modernizar la cadena de suministro. Desde entonces, se ha convertido en un pilar fundamental para las operaciones logísticas globales. Hoy en día, más del 80% de las grandes empresas del mundo utilizan GLNs para gestionar sus almacenes y puntos de venta.
Aplicaciones del GLN físico en la logística moderna
En la logística moderna, el GLN físico no es solo un código, sino una herramienta estratégica que permite a las empresas optimizar sus procesos. Este identificador se utiliza para hacer seguimiento de mercancías desde el punto de producción hasta el punto de venta, garantizando que cada movimiento sea registrado y controlado. Por ejemplo, en un almacén, cada sección o góndola puede tener su propio GLN, lo que permite un control más fino de los inventarios.
Además, el GLN físico es fundamental en los sistemas de trazabilidad. En la industria farmacéutica, por ejemplo, se usa para identificar el lugar exacto donde se almacenó un lote de medicamentos, facilitando auditorías y reacciones rápidas ante posibles problemas de seguridad. En la cadena de suministro alimentaria, el GLN ayuda a rastrear el origen de los alimentos, lo cual es esencial para garantizar la seguridad alimentaria.
Otra ventaja del GLN físico es que permite la automatización de procesos. Al integrarlo con sistemas de gestión de inventarios y logística, las empresas pueden reducir errores humanos, aumentar la eficiencia y mejorar la toma de decisiones. En combinación con tecnologías como RFID o escáneres de código de barras, el GLN físico se convierte en una pieza clave para la digitalización de la logística.
El GLN físico frente al GLN lógico
Es importante no confundir el GLN físico con el GLN lógico. Mientras que el GLN físico identifica una ubicación física concreta, el GLN lógico se utiliza para identificar una función o un proceso dentro de una organización. Por ejemplo, un GLN lógico podría identificar la sección de facturación de una empresa, mientras que el GLN físico identificaría el lugar físico donde se encuentra esa sección.
Esta distinción es crucial para evitar errores en la gestión de inventarios o en la asignación de responsabilidades. Al usar ambos tipos de GLN de forma complementaria, las empresas pueden estructurar mejor sus operaciones y asegurar que cada actividad tenga una identificación clara y precisa. En resumen, mientras el GLN físico es una herramienta de localización física, el GLN lógico sirve para organizar procesos internos de manera funcional.
Ejemplos prácticos de uso del GLN físico
Para comprender mejor el uso del GLN físico, podemos observar algunos ejemplos concretos. En una cadena de supermercados, cada tienda puede tener su propio GLN físico, lo que permite a la matriz central hacer seguimiento del inventario de cada establecimiento de manera individual. Además, dentro de una tienda, cada góndola o sección puede tener su propio GLN, lo que facilita la gestión de stock y la ubicación de productos.
Otro ejemplo es el uso del GLN físico en el sector farmacéutico. Un laboratorio puede asignar un GLN a cada almacén regional, lo que permite un control más eficiente del envío y recepción de medicamentos. En caso de un recuerdo de producto, el GLN permite identificar rápidamente qué almacenes están involucrados y cuáles son las rutas de distribución afectadas.
También en el ámbito del transporte, el GLN físico es esencial. Los contenedores que viajan por tierra, mar o aire pueden tener asignado un GLN que permite a los operadores de logística hacer seguimiento de su ubicación en tiempo real. Esto mejora la eficiencia y reduce los tiempos de espera en los puertos o centros de distribución.
El GLN físico como base de la digitalización en la logística
El GLN físico no solo es un código de identificación, sino una base esencial para la digitalización de la logística. En la era de la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas (IoT), el GLN permite integrar datos de múltiples fuentes en un único sistema. Por ejemplo, al vincular el GLN con sensores de temperatura o humedad, una empresa puede monitorear las condiciones de los almacenes o contenedores en tiempo real.
Además, el GLN físico es compatible con sistemas ERP (Enterprise Resource Planning) y WMS (Warehouse Management System), lo que permite a las empresas centralizar su información y tomar decisiones más informadas. En la gestión de la cadena de suministro, el GLN permite automatizar tareas como la recepción de mercancías, la ubicación de productos y la asignación de rutas de distribución.
Un ejemplo práctico es el uso del GLN en el sector automotriz, donde se utilizan para identificar cada punto de ensamblaje o depósito de piezas. Esto permite a los fabricantes hacer ajustes en tiempo real y optimizar la producción según la demanda. En resumen, el GLN físico es una herramienta clave para la digitalización de los procesos logísticos modernos.
Recopilación de usos comunes del GLN físico
A continuación, presentamos una lista de los usos más comunes del GLN físico:
- Identificación de almacenes: Cada almacén puede tener su propio GLN, lo que facilita la gestión de inventarios y la asignación de tareas.
- Ubicación de góndolas o secciones en tiendas: Permite un control más preciso del stock y facilita la localización de productos.
- Control de contenedores: En el transporte, el GLN se usa para identificar contenedores, cajas o paquetes.
- Gestión de puntos de venta: Cada tienda o punto de venta puede tener su GLN para hacer seguimiento de ventas y stock.
- Integración con sistemas de logística: Facilita la conexión con ERP, WMS y sistemas de trazabilidad.
Cada uno de estos usos refleja la versatilidad del GLN físico como herramienta de gestión y control en diferentes sectores.
El GLN físico en la gestión de inventarios
La gestión de inventarios es uno de los sectores donde el GLN físico tiene un impacto más directo. Al asociar cada ubicación física con un código único, las empresas pueden reducir al mínimo los errores de inventario y mejorar la precisión en la asignación de recursos. Por ejemplo, al utilizar GLNs en las góndolas de una tienda, los empleados pueden escanear rápidamente los productos para verificar el stock disponible.
Además, el GLN físico permite hacer auditorías más eficientes. En lugar de revisar visualmente cada sección, los equipos de inventario pueden usar escáneres que leen los GLNs y comparan automáticamente los datos con el sistema de gestión. Esto no solo ahorra tiempo, sino que también reduce la posibilidad de errores humanos. En sectores críticos como la salud o la alimentación, donde la trazabilidad es esencial, el GLN físico se convierte en una herramienta de seguridad y cumplimiento regulatorio.
¿Para qué sirve el GLN físico?
El GLN físico sirve principalmente para identificar de manera única y precisa una ubicación física dentro de la cadena de suministro. Su principal función es permitir que las empresas gestionen de forma eficiente sus inventarios, puntos de venta y almacenes. Por ejemplo, en una empresa con múltiples tiendas, el GLN físico permite hacer seguimiento individual de cada una, lo que facilita la asignación de recursos y la toma de decisiones.
Otra aplicación importante es en la trazabilidad de productos. Al asociar cada ubicación física con un GLN, las empresas pueden rastrear el movimiento de mercancías desde el almacén hasta el cliente final. Esto es especialmente útil en sectores donde la seguridad y la calidad son críticas, como en la salud o en la alimentación. En resumen, el GLN físico no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también contribuye a la transparencia y el cumplimiento de normativas.
Código GLN: ¿qué significa y cómo se genera?
El GLN físico es parte de un sistema estandarizado por GS1, que garantiza que cada código sea único a nivel mundial. Para generar un GLN físico, primero se debe obtener un número de prefijo GS1, que identifica al país y a la empresa. Luego, se asignan dígitos adicionales que representan la ubicación específica. Finalmente, se calcula un dígito de control mediante un algoritmo matemático para evitar errores.
Por ejemplo, un GLN físico típico podría ser el siguiente:0123456789053. Aquí, los primeros dígitos representan el prefijo GS1, los siguientes identifican la ubicación física, y el último es el dígito de control. Este código puede ser impreso en etiquetas, códigos de barras o integrado en sistemas digitales.
El proceso de generación del GLN físico requiere la adhesión a los estándares GS1 y, en muchos casos, la participación de un proveedor autorizado. Una vez generado, el GLN puede ser utilizado de inmediato en los sistemas de gestión y logística de la empresa.
El GLN físico como herramienta de trazabilidad
La trazabilidad es uno de los aspectos más importantes en la gestión logística moderna, y el GLN físico juega un papel fundamental en este proceso. Al asociar cada ubicación con un código único, las empresas pueden hacer seguimiento del movimiento de productos a lo largo de toda la cadena de suministro. Esto no solo mejora la eficiencia, sino que también permite reacciones rápidas ante cualquier irregularidad.
Un ejemplo claro es el uso del GLN físico en la gestión de emergencias sanitarias. En caso de un brote de contaminación alimentaria, el GLN permite identificar rápidamente los almacenes y puntos de venta afectados, lo que facilita un recuerdo de productos más eficiente. En el sector farmacéutico, el GLN físico se usa para garantizar que los medicamentos lleguen a los pacientes en condiciones óptimas, con un control estricto de la temperatura y el transporte.
En resumen, el GLN físico no solo facilita la trazabilidad, sino que también aumenta la seguridad y la transparencia en las operaciones logísticas.
¿Qué significa el GLN físico?
El GLN físico significa un número único y estandarizado que identifica una ubicación física específica. Este código, desarrollado por GS1, es utilizado a nivel internacional para hacer seguimiento de almacenes, tiendas, contenedores y otros puntos críticos en la cadena de suministro. Su significado radica en su capacidad para unificar los procesos logísticos y facilitar la gestión de inventarios, independientemente del lugar donde se encuentren.
El GLN físico también permite que las empresas puedan integrar su información con sistemas globales, lo que facilita el comercio transfronterizo y la cooperación entre proveedores, distribuidores y clientes. Al usar un código estándar, se eliminan las ambigüedades y se mejora la comunicación entre los distintos actores de la cadena de suministro.
En el contexto digital, el GLN físico se convierte en un pilar fundamental para la integración de datos y la automatización de procesos. Con el uso de tecnologías como la nube y el Big Data, el GLN físico permite a las empresas analizar grandes volúmenes de información y tomar decisiones más precisas y oportunas.
¿Cuál es el origen del GLN físico?
El origen del GLN físico se remonta a los esfuerzos de GS1 por crear un sistema global de identificación para la logística y la gestión de inventarios. A finales de los años 80, GS1, entonces conocida como Uniform Code Council (UCC) en Estados Unidos, comenzó a desarrollar estándares para la identificación de productos y ubicaciones. En la década de 1990, el GLN fue introducido como una extensión de los códigos de barras tradicionales, permitiendo identificar no solo productos, sino también ubicaciones físicas.
La necesidad de un código universal surgió a medida que las empresas comenzaron a operar a nivel global. Antes del GLN, cada organización tenía su propio sistema de identificación, lo que generaba confusiones y dificultaba la integración de datos. El GLN físico solucionó este problema al ofrecer un estándar común que podía ser adoptado por cualquier empresa, sin importar el país en el que operara.
Hoy en día, el GLN físico es una herramienta esencial para la logística moderna. Su evolución ha sido paralela al desarrollo de la tecnología, y su uso se ha expandido a sectores como la salud, la alimentación, el transporte y la manufactura.
El GLN físico como identificador único en la logística
Como identificador único, el GLN físico permite a las empresas evitar duplicados, errores de registro y confusiones en la gestión de inventarios. Cada ubicación física, ya sea un almacén, una góndola o un contenedor, recibe un GLN que no puede repetirse, garantizando así que los datos sean precisos y confiables. Esta propiedad es especialmente valiosa en sistemas automatizados, donde los errores pueden tener consecuencias costosas.
Además, el GLN físico facilita la integración con otros códigos GS1, como el GTIN (Número Global de Identificación de Artículos) y el SSCC (Número Secuencial de Envío). Juntos, estos códigos forman un sistema coherente que permite a las empresas gestionar de manera integral su cadena de suministro. Por ejemplo, al combinar el GLN con el GTIN, se puede hacer seguimiento de un producto desde su ubicación física hasta su destino final.
El GLN físico también es compatible con sistemas de trazabilidad avanzados, lo que permite a las empresas cumplir con normativas de seguridad y calidad en sectores críticos. En resumen, como identificador único, el GLN físico es una herramienta esencial para la logística moderna.
¿Qué ventajas ofrece el GLN físico en la gestión empresarial?
El uso del GLN físico en la gestión empresarial ofrece múltiples ventajas que impactan positivamente en la eficiencia, la seguridad y la transparencia de las operaciones. Algunas de las principales ventajas incluyen:
- Mayor precisión en el control de inventarios: Al identificar cada ubicación física con un código único, se reduce el riesgo de errores en la gestión de stock.
- Mejor trazabilidad: Permite hacer seguimiento de productos a lo largo de toda la cadena de suministro, facilitando auditorías y reacciones rápidas ante irregularidades.
- Automatización de procesos: Al integrarse con sistemas digitales, el GLN físico permite la automatización de tareas como la recepción de mercancías, el control de stock y la asignación de rutas de distribución.
- Integración con otros códigos GS1: Facilita la conexión con sistemas globales de identificación, mejorando la comunicación entre proveedores, distribuidores y clientes.
- Cumplimiento normativo: En sectores regulados como la salud o la alimentación, el GLN físico ayuda a garantizar que los productos cumplan con los estándares de seguridad y calidad.
En conjunto, estas ventajas convierten al GLN físico en una herramienta estratégica para cualquier empresa que busque optimizar sus operaciones logísticas.
¿Cómo usar el GLN físico y ejemplos de su aplicación?
Para usar el GLN físico, las empresas deben seguir varios pasos clave:
- Obtener un número de prefijo GS1: Esto se hace a través de un proveedor autorizado, como GS1 en cada país.
- Generar los códigos GLN: Una vez que se tiene el prefijo, se asignan dígitos adicionales para identificar cada ubicación física.
- Imprimir los códigos en etiquetas o códigos de barras: Los GLN pueden imprimirse en papel, plástico o incluso integrarse en sistemas digitales.
- Integrar con sistemas de gestión: Los GLN deben incorporarse a los sistemas ERP, WMS o cualquier plataforma de gestión logística que se utilice.
- Validar los códigos: Es importante verificar que los GLN estén correctamente formados y que no haya duplicados.
Un ejemplo práctico es el uso del GLN físico en una cadena de supermercados. Cada tienda, cada góndola y cada almacén puede tener su propio GLN, lo que permite hacer seguimiento del stock en tiempo real. Otro ejemplo es el uso del GLN en el sector del transporte, donde se identifica cada contenedor con un código único para facilitar su gestión.
El GLN físico en sectores críticos
En sectores donde la seguridad y la trazabilidad son esenciales, el GLN físico juega un papel crucial. Por ejemplo, en el sector farmacéutico, el GLN se usa para identificar cada almacén, depósito o punto de dispensación de medicamentos. Esto permite a las autoridades sanitarias hacer seguimiento de la distribución de medicamentos y garantizar que se cumplan los estándares de calidad y seguridad.
En el sector alimentario, el GLN físico es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria. Al identificar cada punto de almacenamiento y distribución con un código único, las empresas pueden hacer un seguimiento más preciso de los alimentos y reaccionar rápidamente ante posibles contaminaciones o vencimientos próximos.
También en el sector automotriz, el GLN físico se utiliza para gestionar la ubicación de piezas en almacenes y líneas de producción. Esto permite optimizar la logística de materiales y reducir los tiempos de producción. En resumen, el GLN físico no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también contribuye a la seguridad y la calidad en sectores críticos.
El GLN físico en la era de la digitalización y la inteligencia artificial
Con la evolución de la tecnología, el GLN físico ha adquirido una importancia aún mayor en la gestión logística. En la era de la digitalización, los GLN se integran con sistemas de inteligencia artificial para optimizar rutas, predecir demandas y automatizar procesos. Por ejemplo, al vincular el GLN con sensores IoT, las empresas pueden monitorear en tiempo real las condiciones de los almacenes, como la temperatura o la humedad.
También en el contexto de la automatización, el GLN físico permite a los robots de almacén identificar rápidamente las ubicaciones de los productos, lo que mejora la eficiencia y reduce los errores. Además, en combinación con la nube y el Big Data, el GLN facilita el análisis de grandes volúmenes de datos, lo que permite a las empresas tomar decisiones más informadas.
En conclusión, el GLN físico no solo es una herramienta esencial para la gestión logística, sino que también se ha convertido en un pilar fundamental para la digitalización y la innovación en el mundo empresarial.
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