Que es contencion primaria y secundaria

Que es contencion primaria y secundaria

La contención es un concepto fundamental en diversos contextos como la salud mental, la educación y el cuidado de niños. Cuando hablamos de contención primaria y secundaria, nos referimos a diferentes niveles de apoyo que se brindan para gestionar emociones, comportamientos o crisis. Este artículo profundiza en qué significan estos términos, su importancia y cómo se aplican en la práctica.

¿Qué es la contención primaria y secundaria?

La contención primaria y secundaria son estrategias utilizadas principalmente en entornos educativos, terapéuticos y de salud mental para gestionar el bienestar emocional y físico de una persona, especialmente en situaciones de crisis o desregulación. La contención primaria se refiere a los métodos preventivos y no invasivos que se usan para calmar a una persona sin recurrir a la fuerza física. Por su parte, la contención secundaria implica técnicas más estructurales o físicas que se aplican cuando la persona no responde a las estrategias iniciales y es necesario intervenir para garantizar su seguridad y la de los demás.

Un ejemplo de contención primaria sería hablar en tono calmado, ofrecer apoyo emocional o cambiar el entorno para reducir la ansiedad. En cambio, la contención secundaria puede incluir técnicas como la contención física, siempre bajo supervisión y protocolos específicos, para evitar que una persona se haga daño o a otros.

El papel de la contención en el entorno escolar

En el ámbito escolar, la contención primaria y secundaria son esenciales para mantener un clima seguro y productivo. Los docentes y el personal de apoyo están capacitados para identificar señales de desregulación emocional en los estudiantes y aplicar estrategias adecuadas. La contención primaria se utiliza para prevenir situaciones de crisis, mientras que la secundaria interviene en casos más graves.

Es crucial que estas técnicas se enseñen con ética y respeto, evitando el uso excesivo de la fuerza. En muchos países, existen regulaciones que limitan el uso de la contención física a situaciones extremas y exigen que se documente cada incidente. Además, se promueve el entrenamiento continuo del personal para garantizar que las intervenciones sean seguras, proporcionalmente adecuadas y respetuosas.

La importancia de la formación en contención

También te puede interesar

Una de las cuestiones más relevantes en el uso de contención primaria y secundaria es la formación del personal que la aplica. No se trata de técnicas que se puedan usar al azar, sino de herramientas que requieren capacitación específica. En muchos centros educativos, se imparten cursos sobre contención positiva, comunicación no violenta y gestión emocional para garantizar que las intervenciones sean efectivas y seguras.

Además, se fomenta el enfoque preventivo: enseñar a los estudiantes habilidades emocionales y sociales para reducir la necesidad de intervenciones más invasivas. Este enfoque no solo mejora el bienestar del alumnado, sino que también reduce el estrés del personal docente y cuidador.

Ejemplos de contención primaria y secundaria en la práctica

En un aula, la contención primaria puede manifestarse como:

  • Ofrecer un espacio seguro donde el estudiante pueda relajarse.
  • Usar técnicas de respiración o relajación guiada.
  • Cambiar de actividad o lugar para evitar la acumulación de estímulos.
  • Hablar en un tono calmado y validar las emociones del estudiante.

Por otro lado, la contención secundaria se aplica cuando:

  • El estudiante presenta conductas agresivas o se pone en peligro.
  • Se necesita intervenir físicamente para evitar que lastime a sí mismo o a otros.
  • Se le rodea con calma, manteniendo el contacto visual y evitando movimientos bruscos.
  • Se sigue un protocolo específico para liberar al estudiante con cuidado.

Cada escenario requiere una evaluación rápida y una intervención adaptada a las necesidades del individuo.

El concepto de contención positiva

La contención positiva se refiere a un enfoque que prioriza la prevención, el respeto y la dignidad del individuo. Este concepto ha evolucionado para evitar la dependencia de técnicas físicas y enfatizar estrategias que fomenten la autorregulación emocional. Se basa en principios como:

  • Prevención: Identificar y manejar los desencadenantes antes de que surja una crisis.
  • Comunicación efectiva: Usar lenguaje claro, empático y no amenazante.
  • Entorno seguro: Adaptar el entorno para reducir estímulos que puedan provocar ansiedad.
  • Capacitación: Formar al personal en técnicas no violentas y en comunicación no verbal.

Este enfoque se ha adoptado en muchos países como una alternativa más humanizada a los métodos tradicionales de contención física.

Recopilación de técnicas de contención primaria y secundaria

A continuación, se presenta una lista de técnicas utilizadas en contención primaria y secundaria:

Contención primaria:

  • Comunicación empática y validación emocional.
  • Técnicas de relajación (respiración, visualización).
  • Uso de espacios de calma o habitats para reducir el estrés.
  • Ajustar la rutina o actividades para evitar sobrecarga sensorial.
  • Ofrecer opciones y control al individuo para sentirse más seguro.

Contención secundaria:

  • Técnicas de contención física estructuradas (siempre en último recurso).
  • Uso de protocolos de seguridad para evitar lesiones.
  • Intervención en grupo con roles claros para mantener la calma.
  • Documentación inmediata del incidente para análisis posterior.
  • Seguimiento y revisión de estrategias para prevenir recurrencias.

La contención como herramienta de prevención

La contención no solo sirve para gestionar crisis, sino también como herramienta preventiva. Al identificar los factores que desencadenan una desregulación emocional, se pueden implementar estrategias que reduzcan el riesgo de que se llegue a una situación crítica. Esto implica:

  • Entrenar al personal en observación y análisis de comportamientos.
  • Adaptar las rutinas escolares o terapéuticas a las necesidades individuales.
  • Fomentar la regulación emocional desde edades tempranas.
  • Crear entornos que promuevan la autonomía y el control personal.

Este enfoque preventivo no solo mejora el bienestar de los individuos, sino que también reduce la dependencia de intervenciones más invasivas.

¿Para qué sirve la contención primaria y secundaria?

La contención primaria y secundaria sirven para garantizar la seguridad física y emocional de las personas en situaciones de crisis. En contextos como la educación especial, la salud mental y el cuidado de adultos mayores, estas técnicas son vitales para:

  • Prevenir conductas agresivas o autolesivas.
  • Mantener el bienestar emocional de los usuarios y del personal.
  • Promover un entorno seguro y respetuoso.
  • Facilitar la recuperación del estado emocional y la reanudación de actividades normales.

Además, su uso correcto contribuye a construir relaciones de confianza y reduce el miedo o el rechazo hacia las instituciones o entornos donde se aplican.

Métodos de apoyo en crisis: contención positiva

El término contención positiva se ha utilizado como sinónimo de contención primaria y secundaria, especialmente en contextos educativos y de salud mental. Este enfoque se basa en métodos que:

  • Priorizan la seguridad y el respeto.
  • Promueven la autorregulación emocional.
  • Fomentan la participación activa del individuo en su proceso de regulación.
  • Reducen al máximo el uso de técnicas invasivas.

La contención positiva se ha ganado el reconocimiento por su enfoque humanizado y por reducir el estrés tanto del personal como del usuario. Es una filosofía que busca no solo resolver la situación inmediata, sino también aprender de ella para prevenir futuras crisis.

La contención en el cuidado de personas con necesidades especiales

En el cuidado de personas con discapacidad, trastornos del espectro autista o trastornos psiquiátricos, la contención primaria y secundaria es un pilar fundamental. Estas personas pueden tener dificultades para expresar sus emociones o gestionar situaciones estresantes, lo que exige una intervención más estructurada.

Por ejemplo, un individuo con trastorno del espectro autista puede presentar crisis de ansiedad ante cambios inesperados. En estos casos, la contención primaria incluye adaptar el entorno, usar lenguaje visual y ofrecer opciones claras. Si no responde, se aplican técnicas de contención secundaria con el objetivo de proteger tanto a él como a quienes lo rodean.

Significado de la contención en el contexto terapéutico

En el ámbito terapéutico, la contención primaria y secundaria se utiliza para apoyar a pacientes en situaciones de crisis emocional o psicológica. Su significado trasciende el aspecto físico, abarcando también el emocional y social. Algunos de los significados clave incluyen:

  • Protección: Garantizar que el paciente no se haga daño ni a otros.
  • Regulación emocional: Ayudar al individuo a recuperar el equilibrio emocional.
  • Intervención segura: Actuar de manera que sea efectiva, respetuosa y segura.
  • Prevención: Identificar patrones y desencadenantes para evitar recurrencias.

La contención en terapia no solo es una técnica, sino una filosofía que busca la bienvenida del paciente, la participación activa y la construcción de confianza.

¿Cuál es el origen del término contención?

El término contención proviene del latín *contenere*, que significa contener o restringir. En contextos modernos, ha evolucionado para referirse a la gestión de emociones, comportamientos y crisis, especialmente en entornos de cuidado y educación. Su uso como contención primaria y secundaria se popularizó en la década de 1980, cuando se empezó a reconocer la importancia de los enfoques preventivos y respetuosos en la intervención con personas con necesidades especiales.

En los años 90, países como Reino Unido y Estados Unidos desarrollaron protocolos formales sobre contención positiva, que se extendieron a otros contextos como salud mental y educación. En la actualidad, se sigue evolucionando hacia técnicas más humanizadas y menos invasivas.

Estrategias de contención no invasivas

Las estrategias de contención no invasivas son el pilar de la contención primaria. Estas técnicas buscan gestionar la situación sin recurrir a la fuerza física, promoviendo la autorregulación emocional y el bienestar. Algunas de las más efectivas son:

  • Comunicación no violenta: Usar un lenguaje claro, empático y no amenazante.
  • Espacio de calma: Crear un lugar seguro y tranquilo donde el individuo pueda relajarse.
  • Técnicas de respiración: Enseñar a tomar respiraciones profundas para reducir la ansiedad.
  • Adaptación sensorial: Minimizar estímulos excesivos (ruido, luces brillantes, etc.).
  • Enfoque en opciones: Darle al individuo control sobre sus decisiones, aumentando su sensación de seguridad.

Estas estrategias no solo son efectivas, sino que también construyen relaciones de confianza y respeto.

¿Cómo se aplica la contención en la vida diaria?

La contención primaria y secundaria no es exclusiva de entornos institucionales. En la vida diaria, cualquier persona puede aplicar estrategias de contención para apoyar a un familiar, amigo o compañero que esté pasando por una crisis emocional. Por ejemplo:

  • Si un amigo está enfadado, se puede ofrecer un lugar tranquilo para hablar.
  • Si un familiar se siente abrumado, se le puede ayudar a desahogarse sin juzgar.
  • En un entorno laboral, se puede adaptar la carga de trabajo para evitar el estrés acumulado.

La clave está en identificar las señales de desregulación y actuar con empatía, paciencia y respeto.

Cómo usar la contención y ejemplos de uso

Para aplicar correctamente la contención primaria y secundaria, es fundamental seguir estos pasos:

  • Identificar las señales de desregulación: Observar cambios en el comportamiento, lenguaje corporal o estado emocional.
  • Evaluar el entorno: Asegurarse de que el lugar es seguro y adecuado para la situación.
  • Aplicar técnicas de contención primaria: Usar comunicación empática, técnicas de relajación y espacios de calma.
  • Mantener la calma: No reaccionar con miedo o ansiedad, ya que puede empeorar la situación.
  • Usar contención secundaria si es necesario: Si la persona no responde a las estrategias iniciales, intervenir con técnicas físicas estructuradas.
  • Documentar y revisar: Anotar lo ocurrido y revisar las estrategias para mejorar en el futuro.

Ejemplo: Un niño con trastorno del espectro autista comienza a gritar y agitarse en clase. La docente se acerca con calma, le ofrece un espacio seguro y le ayuda a respirar profundamente. Si el niño sigue agitado, se activa el protocolo de contención secundaria, con apoyo de otro adulto para rodearle con calma y evitar que se haga daño.

La contención en contextos no institucionales

Aunque la contención primaria y secundaria se asocia principalmente con entornos educativos y terapéuticos, también puede aplicarse en contextos no institucionales como el hogar, el trabajo y la vida social. Por ejemplo:

  • En el hogar, los padres pueden usar técnicas de contención para gestionar la ira o la frustración de sus hijos.
  • En el lugar de trabajo, los jefes pueden identificar señales de estrés y ofrecer apoyo emocional.
  • En la vida social, los amigos pueden usar comunicación empática para ayudar a alguien que atraviesa una crisis.

La contención no es solo una herramienta técnica, sino una actitud de empatía y cuidado que puede aplicarse en cualquier situación donde una persona necesite apoyo emocional.

Consideraciones éticas y legales en la contención

El uso de contención primaria y secundaria conlleva importantes consideraciones éticas y legales. Es fundamental que:

  • Respete los derechos del individuo: No se debe usar la contención como castigo o como forma de control.
  • Este basada en protocolos aprobados: Cualquier técnica debe estar regulada por normas institucionales y legales.
  • Se documente cada intervención: Para evitar malentendidos y mejorar la calidad del cuidado.
  • Se capacite al personal: La formación en contención positiva es obligatoria en muchos países.
  • Se revise y actualice continuamente: Los protocolos deben adaptarse a las necesidades cambiantes del usuario.

En muchos países, el uso de contención física está regulado por leyes que exigen capacitación, supervisión y documentación. Esto garantiza que las intervenciones se realicen de manera segura y respetuosa.