Que es el contro social y la desviacion

Que es el contro social y la desviacion

El control social y la desviación son conceptos fundamentales en el ámbito de la sociología, ya que ayudan a entender cómo las sociedades regulan el comportamiento de sus miembros y qué sucede cuando alguien se aparta de las normas establecidas. Estos fenómenos están presentes en todas las culturas y se manifiestan de formas diversas, desde mecanismos formales como leyes y castigos, hasta informales como el rechazo social. A lo largo de este artículo exploraremos en profundidad qué significa el control social, qué es la desviación, cómo se relacionan entre sí, y cuáles son sus implicaciones en la vida cotidiana y en la estructura social.

¿Qué es el control social y la desviación?

El control social se refiere a los mecanismos, tanto formales como informales, que las sociedades utilizan para mantener el orden y garantizar que los individuos sigan las normas establecidas. Estos mecanismos pueden incluir castigos legales, sanciones sociales, educación, y la presión de grupos sociales. Por otro lado, la desviación es cualquier comportamiento que se desvía de lo considerado normal o aceptable dentro de un contexto cultural o social específico. No todas las desviaciones son ilegales, pero sí son consideradas fuera de los estándares sociales.

Un ejemplo histórico interesante es el control social en la sociedad medieval europea, donde las normas religiosas y sociales eran extremadamente rígidas, y cualquier desviación, incluso de naturaleza sexual o filosófica, podía llevar a sanciones graves, como la excomunión o la muerte. Esto muestra cómo el control social ha variado a lo largo del tiempo, adaptándose a las creencias y valores dominantes.

Además, es importante entender que la desviación no es un concepto fijo, sino que varía según el lugar, la cultura y el momento histórico. Lo que se considera desviante en una sociedad puede ser totalmente aceptable en otra, lo cual subraya la relatividad de estos conceptos.

Cómo las sociedades manejan el comportamiento a través de normas y valores

Las sociedades establecen normas y valores como guías para el comportamiento esperado de sus miembros. Estas normas actúan como marcos de referencia que definen lo que se considera adecuado o inadecuado. Cuando un individuo se aparta de estas normas, entra en lo que se conoce como desviación. Este proceso no es espontáneo, sino que está regulado por mecanismos de control social que pueden ser institucionales, como la policía o el sistema judicial, o informales, como el juicio moral de los vecinos o el ostracismo social.

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Por ejemplo, en muchos países, el uso de drogas ilegales es considerado una desviación que se castiga con leyes penales. Sin embargo, en otras sociedades, el consumo de ciertas sustancias puede ser parte de rituales culturales o tradiciones. Esto refleja cómo las normas sociales definen qué comportamientos son considerados desviados.

Además, el control social también se ejerce mediante la educación, la religión y los medios de comunicación, que refuerzan ciertos valores y condenan otros. Estos agentes sociales actúan como guardianes del orden social, promoviendo el comportamiento deseado y sancionando el no deseado.

El rol del estigma en el control social y la desviación

Una faceta menos explorada del control social es el estigma, que puede funcionar como un mecanismo informal para sancionar la desviación. El estigma es el proceso mediante el cual una persona es marcada como desviada y, por lo tanto, marginada. Este fenómeno puede llevar a una exclusión social profunda, afectando no solo a la persona estigmatizada, sino también a su entorno.

Por ejemplo, una persona con una enfermedad mental puede ser estigmatizada por la sociedad, lo cual puede dificultar su acceso a empleo, educación o relaciones sociales. Este tipo de control social informal refuerza el cumplimiento de las normas al castigar simbólicamente a quienes las transgreden.

El estigma también puede ser autoimpuesto, donde la persona internaliza el juicio negativo de la sociedad y comienza a comportarse de manera que refuerce esa imagen. Esto complica aún más la reintegración social de individuos considerados desviados.

Ejemplos de control social y desviación en la vida cotidiana

Para entender mejor estos conceptos, podemos observar ejemplos concretos de control social y desviación en la vida diaria:

  • Control social formal:
  • El uso de leyes para regular el comportamiento del tráfico.
  • El sistema educativo que enseña normas y valores sociales.
  • La presencia de la policía en espacios públicos para disuadir conductas ilegales.
  • Control social informal:
  • El juicio social hacia una persona que llega tarde a una reunión familiar.
  • El rechazo social hacia alguien que se comporta de manera inapropiada en un lugar público.
  • La presión de grupos de amigos para seguir ciertos estilos de vida o valores.
  • Ejemplos de desviación:
  • Robo, fraude o cualquier delito que viole la ley.
  • Comportamiento sexual considerado inapropiado en ciertos contextos.
  • Uso de drogas ilegales o consumo excesivo de alcohol.

Estos ejemplos ilustran cómo el control social y la desviación están presentes en múltiples aspectos de la vida cotidiana, regulando desde lo más básico hasta lo más complejo.

El concepto de control social y desviación en la teoría sociológica

Desde una perspectiva teórica, el control social y la desviación son temas centrales en la sociología. Diferentes teorías han intentado explicar estos fenómenos desde distintos enfoques:

  • Teoría de la etiqueta (Howard Becker):

Sostiene que la desviación no es inherente al comportamiento, sino que es asignada por la sociedad. Una persona solo se vuelve desviada cuando es etiquetada como tal.

  • Teoría de la tensión (Robert Merton):

Explica que la desviación ocurre cuando los individuos no pueden alcanzar los objetivos sociales mediante los medios legítimos y, por lo tanto, recurren a métodos no convencionales.

  • Teoría de la integración social (Émile Durkheim):

Propone que la desviación es necesaria para la sociedad, ya que ayuda a reforzar los límites y las normas al mostrar las consecuencias de transgredirlas.

Estas teorías proporcionan marcos conceptuales para comprender cómo se construyen y mantienen los mecanismos de control social, y cómo ciertos comportamientos son categorizados como desviados.

Diferentes tipos de desviación y control social en la sociedad

Existen diversas formas de desviación, clasificadas según su gravedad y el tipo de norma que se viola:

  • Desviación menor:

Incluye comportamientos que, aunque considerados inapropiados, no son ilegales. Por ejemplo: hablar en voz alta en un lugar donde se espera silencio, o vestir de manera que vaya en contra de las normas culturales.

  • Desviación mayor:

Involucra actos que son considerados ilegales o que afectan significativamente a otros. Ejemplos: delitos graves, violencia doméstica, abuso de sustancias.

En cuanto al control social, también se divide en:

  • Control social formal:

Implica instituciones como el gobierno, la policía, los tribunales y las leyes.

  • Control social informal:

Se basa en la presión social ejercida por grupos familiares, amigos, o la opinión pública.

Estas categorías permiten entender cómo las sociedades manejan el comportamiento y qué herramientas utilizan para mantener el orden social.

El impacto del control social y la desviación en la vida personal y comunitaria

El control social y la desviación tienen un impacto profundo en la vida de los individuos y en la estructura de las comunidades. Por un lado, el control social proporciona estabilidad y seguridad, ya que establece límites claros sobre lo que se considera aceptable. Por otro lado, la desviación puede llevar a conflictos, marginalización y, en algunos casos, a la violencia o la exclusión social.

En el ámbito personal, el control social puede influir en la identidad, los valores y el comportamiento de una persona. Por ejemplo, alguien que creció en una cultura con normas muy estrictas puede tener dificultades para adaptarse a sociedades más liberales. Por el contrario, la desviación puede ser vista como una forma de resistencia o expresión de individualidad, especialmente en jóvenes que buscan su lugar en el mundo.

A nivel comunitario, el control social ayuda a mantener la cohesión, pero también puede reforzar desigualdades, ya que ciertos grupos son más propensos a ser estigmatizados o sancionados por su desviación. Esto puede perpetuar ciclos de exclusión y pobreza.

¿Para qué sirve el control social y la desviación?

El control social y la desviación sirven para mantener el equilibrio social y para adaptar las normas a los cambios en la sociedad. El control social es esencial para que las sociedades funcionen de manera ordenada, ya que sin él, no habría forma de garantizar que los individuos sigan las normas. Por otro lado, la desviación también tiene un propósito: ayuda a identificar qué normas son importantes y cuáles pueden necesitar revisión.

Por ejemplo, en los años 60, el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos representó una forma de desviación que desafió las normas de segregación racial. Esta desviación fue crucial para impulsar cambios legales y sociales que beneficiaron a millones de personas. Así, en ciertos contextos, la desviación puede ser vista como una fuerza positiva para el progreso.

En resumen, tanto el control social como la desviación son herramientas que las sociedades utilizan para definir lo que es aceptable y para evolucionar hacia un orden social más justo.

Variantes del control social y la desviación

Existen múltiples formas de entender y aplicar los conceptos de control social y desviación. Algunas de las variantes más comunes incluyen:

  • Control social interno:

Se refiere al cumplimiento de normas basado en la conciencia moral y los valores internos de una persona. Por ejemplo, una persona puede evitar robar no por miedo a ser atrapado, sino porque siente que es lo correcto.

  • Control social externo:

Implica el uso de sanciones externas, como castigos legales o sociales, para garantizar el cumplimiento de las normas.

  • Desviación positiva:

Algunos autores, como Howard S. Becker, proponen que ciertas formas de desviación pueden ser positivas si desafían normas injustas o obsoletas.

Estas variantes muestran que no existe una única manera de entender el control social y la desviación, sino que dependen del contexto cultural, histórico y personal.

El papel de los medios de comunicación en el control social y la desviación

Los medios de comunicación desempeñan un papel crucial en la construcción de lo que se considera desviación y en la aplicación del control social. A través de la noticia, la televisión, las redes sociales y la prensa, los medios refuerzan las normas sociales y estigmatizan ciertos comportamientos.

Por ejemplo, cuando los medios presentan a ciertos grupos como delincuentes o amenazas para la sociedad, están ejerciendo un control social simbólico que puede llevar a la marginación de esas personas. Esto puede influir en la opinión pública y, en algunos casos, en las políticas gubernamentales.

Además, los medios también pueden actuar como agentes de socialización, enseñando a los individuos qué comportamientos son aceptables y cuáles no. Por esta razón, su influencia en el control social es amplia y, a veces, subestimada.

Qué significa el control social y la desviación en el contexto social

El control social y la desviación son conceptos que van más allá de lo que se puede observar a simple vista. En esencia, el control social refleja cómo las sociedades intentan regular el comportamiento humano para mantener la cohesión y el orden. Por otro lado, la desviación representa una forma de respuesta a las normas establecidas, ya sea por conflicto, por desconocimiento, o por intención de cambiarlas.

En el contexto social, estos fenómenos están estrechamente relacionados con la estructura de poder, las instituciones, y las dinámicas de grupo. Por ejemplo, en sociedades con altos niveles de desigualdad, ciertos grupos pueden ser más propensos a ser etiquetados como desviados, lo cual refuerza su posición marginal.

También es importante destacar que el control social no siempre es positivo. Puede ser utilizado para reprimir ciertos grupos o para mantener el statu quo. Por eso, entender estos conceptos es clave para promover una sociedad más justa y equitativa.

¿De dónde provienen los conceptos de control social y desviación?

Los conceptos de control social y desviación tienen sus raíces en la sociología y la antropología, y han evolucionado a lo largo del tiempo. Uno de los primeros en estudiar la desviación fue Émile Durkheim, quien en su obra Las reglas del método sociológico (1895) propuso que la desviación es una función necesaria de la sociedad, ya que ayuda a reforzar los límites de lo que se considera normal.

Más adelante, en el siglo XX, autores como Robert Merton, Howard S. Becker y Travis Hirschi desarrollaron teorías más específicas sobre el control social y la desviación. Merton, por ejemplo, propuso que la desviación surge cuando hay una brecha entre los objetivos sociales y los medios legítimos para alcanzarlos.

El estudio de estos fenómenos ha evolucionado con el tiempo, incorporando perspectivas feministas, críticas de la raza y el género, y enfoques interdisciplinarios que consideran factores como la economía, la salud mental y la educación.

Otras formas de expresar el control social y la desviación

Además de los términos control social y desviación, existen otras formas de referirse a estos conceptos en el ámbito académico y popular. Algunos sinónimos y variantes incluyen:

  • Normatividad social: Refiere al conjunto de normas que gobiernan el comportamiento esperado.
  • Comportamiento transgresor: Se usa para describir actos que violan las normas establecidas.
  • Sanciones sociales: Pueden ser positivas (recompensas) o negativas (castigos) y están diseñadas para reforzar o corregir el comportamiento.
  • Conformidad social: Es el opuesto de la desviación y se refiere al cumplimiento de las normas sociales.

Estos términos son útiles para ampliar el vocabulario y comprender los múltiples matices del control social y la desviación en diferentes contextos.

¿Cómo se manifiesta el control social y la desviación en la vida moderna?

En la sociedad actual, el control social y la desviación se manifiestan de formas que reflejan las tecnologías, las redes sociales y los cambios culturales. Por ejemplo, el control social puede ejercerse a través de plataformas digitales donde las normas de comportamiento son reguladas por algoritmos, normas de privacidad y códigos de conducta.

Por otro lado, la desviación en la era digital puede incluir desde el ciberacoso hasta el hacking o la distribución de contenido no autorizado. Estos comportamientos, aunque pueden ser considerados desviados, también generan debates sobre libertad, privacidad y ética digital.

Además, en la vida moderna, la desviación puede ser una forma de expresión cultural, como en el arte, la música o el activismo, donde las personas desafían normas establecidas para promover nuevas ideas o cambios sociales.

Cómo usar los conceptos de control social y desviación en la vida práctica

Los conceptos de control social y desviación pueden aplicarse en múltiples contextos prácticos, como en la educación, la psicología, la política y el trabajo social. Por ejemplo:

  • En la educación:

Los docentes pueden usar el control social para fomentar el comportamiento deseado en los estudiantes, mientras que la desviación puede ser vista como una oportunidad para entender necesidades no atendidas.

  • En el trabajo social:

Los profesionales pueden ayudar a individuos etiquetados como desviados a reintegrarse a la sociedad, utilizando estrategias que aborden las causas subyacentes de su comportamiento.

  • En la política:

Las leyes y políticas reflejan el control social establecido por el gobierno, y la desviación puede ser utilizada para cuestionar o cambiar esas normas.

Estos ejemplos muestran cómo los conceptos no son solo teóricos, sino que tienen aplicaciones reales en la vida cotidiana.

El impacto de la globalización en el control social y la desviación

La globalización ha tenido un impacto profundo en cómo se entienden y ejercen el control social y la desviación. Por un lado, ha facilitado el intercambio de normas y valores entre diferentes sociedades, lo que puede llevar a la aceptación de ciertos comportamientos que antes eran considerados desviados. Por otro lado, también ha generado conflictos culturales, donde las normas de una sociedad pueden ser vistas como inapropiadas por otra.

Además, la globalización ha permitido que ciertos tipos de desviación, como el ciberdelito o el tráfico de drogas, se expandan a nivel internacional, lo que ha llevado a la creación de mecanismos de control social globales, como tratados internacionales y cooperación entre gobiernos.

Esta dinámica refleja cómo el control social y la desviación no son fenómenos estáticos, sino que evolucionan con los cambios en el mundo globalizado.

El futuro del control social y la desviación en sociedades digitales

Con el avance de la tecnología y la creciente importancia de las redes sociales, el control social y la desviación están tomando nuevas formas. Por ejemplo, el control social puede ejercerse mediante algoritmos que regulan el contenido, mientras que la desviación puede manifestarse en formas como el hackeo o el uso indebido de información personal.

Además, el anonimato en internet ha creado espacios donde ciertos comportamientos desviados pueden ocultarse, pero también ha permitido a grupos minoritarios expresarse libremente y desafiar normas establecidas.

En el futuro, es probable que los conceptos de control social y desviación sigan evolucionando, adaptándose a los cambios en la tecnología, la cultura y el entorno social. Esto hará necesario revisar constantemente nuestras comprensiones sobre estos fenómenos para mantener una sociedad equitativa y justa.