La ortografía es una de las bases esenciales del uso correcto de cualquier idioma, y desde distintos enfoques se ha analizado su importancia y evolución. Según Joan Coromines i Casas, conocido como Cassany, la ortografía no solo se limita a la escritura correcta de las palabras, sino que también refleja las reglas que gobiernan la formación y grafía de los términos en un idioma. Este artículo aborda el concepto de ortografía desde la perspectiva del prestigioso filólogo catalán, explorando cómo ve la relación entre la lengua, la norma y la escritura.
¿Qué es la ortografía según Cassany?
Según Joan Coromines (Cassany), la ortografía es una herramienta que permite representar de manera gráfica la lengua hablada, pero también es un instrumento que refleja las normas sociales y culturales de una comunidad lingüística. Para él, la ortografía no es un conjunto de normas inamovibles, sino una construcción histórica que evoluciona junto con la lengua. En este sentido, la ortografía tiene una función social y didáctica, ya que facilita la comunicación y la transmisión del conocimiento.
Un dato interesante es que Cassany fue uno de los principales responsables del desarrollo del Diccionari de la llengua catalana, donde se establecieron las bases de la ortografía moderna del catalán. Su enfoque siempre fue pragmático y basado en el uso real de la lengua, priorizando el criterio de la claridad y la sencillez. Esta visión contrasta con posturas más tradicionalistas que defienden una ortografía estricta basada en normas históricas.
La importancia de la ortografía en la preservación del idioma
La ortografía, desde la perspectiva de Cassany, también juega un papel fundamental en la preservación y difusión del idioma. En el caso del catalán, una lengua minoritaria y en proceso de normalización, la ortografía actúa como un pilar que ayuda a consolidar su uso en distintos ámbitos: educativo, institucional y digital. Un sistema ortográfico claro y coherente facilita que los hablantes se sientan identificados con su lengua y la usen con mayor confianza.
Cassany defendía la idea de que una ortografía bien establecida permite una comunicación más eficiente y evita confusiones. Para él, una escritura correcta no solo es un reflejo de educación, sino también un medio para construir una comunidad cultural sólida. Además, subrayaba que la ortografía debe ser accesible y comprensible para todos los usuarios de la lengua, independientemente de su nivel de formación.
La relación entre la ortografía y la pronunciación
Otro aspecto destacado en la visión de Cassany es la relación entre la ortografía y la pronunciación. Según él, el sistema ortográfico debe reflejar, en lo posible, la estructura fonética de las palabras. Esto no significa que deba copiar exactamente la pronunciación, sino que debe ser intuitiva y facilitar la lectura y escritura. En el catalán, por ejemplo, Cassany promovió la eliminación de grafías que no representaban sonidos reales o que generaban confusión.
Esta preocupación por la relación entre sonido y escritura se traduce en una ortografía que, aunque no es perfecta, busca ser más coherente y funcional. Para Cassany, la ortografía no debe ser un obstáculo, sino una ayuda para quienes aprenden la lengua, y por eso insistía en la necesidad de revisar constantemente las normas para adaptarlas a las necesidades de los usuarios.
Ejemplos de cómo Cassany analizaba la ortografía
Un ejemplo clásico de cómo Cassany abordaba la ortografía es el caso de las grafías de palabras como *cavall* (caballo) en catalán. En este caso, la ortografía refleja la estructura fonética del término, facilitando su aprendizaje. Cassany también trabajó en la eliminación de grafías redundantes, como *pler* (lleno) en lugar de *ple*, que se usaba en algunos dialectos. Estos cambios no solo mejoran la coherencia del sistema, sino que también refuerzan la unidad del catalán como lengua estándar.
Otro ejemplo es el tratamiento de las diéresis, como en *coöperació*, que se simplificó a *cooperació* para hacerla más sencilla. Estos ajustes son parte de una visión pragmática que busca equilibrar tradición y modernidad, sin perder de vista la necesidad de una lengua viva y funcional.
La ortografía como reflejo de la identidad cultural
Para Cassany, la ortografía es mucho más que un conjunto de reglas escritas: es un símbolo de identidad cultural y un instrumento de resistencia lingüística. En contextos donde el catalán ha sido marginado, la correcta utilización de la ortografía ha sido una forma de afirmar la presencia y el valor de la lengua. En este sentido, la ortografía adquiere una dimensión política, ya que su uso correcto contribuye a la normalización del idioma.
Este enfoque lo convierte en un defensor activo de la lengua catalana, no solo desde el punto de vista académico, sino también desde una perspectiva social. La ortografía, en este contexto, se convierte en una herramienta de empoderamiento para los hablantes del catalán, especialmente en entornos donde su uso no es el predominante.
Diez aportaciones clave de Cassany a la ortografía catalana
- Simplificación de grafías como la eliminación de la diéresis en palabras como *cooperació*.
- Normalización de variantes dialectales para favorecer la unidad del catalán.
- Inclusión de términos modernos en los diccionarios, como expresiones propias del lenguaje técnico o digital.
- Uso de signos diacríticos para evitar ambigüedades, como en *l’home* frente a *el home*.
- Promoción de la transparencia fonética en la escritura.
- Revisión constante de las normas ortográficas para adaptarlas a los cambios lingüísticos.
- Enfoque pedagógico en la enseñanza de la ortografía para facilitar su aprendizaje.
- Defensa del uso correcto de los acentos como señal de énfasis y estructura.
- Rechazo a grafías arcaicas que ya no reflejaban el uso actual.
- Colaboración con otros lingüistas para crear una ortografía coherente y funcional.
La visión de Cassany sobre la evolución de la lengua escrita
Cassany siempre defendió la idea de que la lengua escrita no es estática, sino que debe evolucionar junto con la lengua oral. Para él, la ortografía no debe ser una imposición rígida, sino una herramienta flexible que responda a las necesidades de los usuarios. Esta visión se basa en la observación de cómo la lengua se usa en la vida cotidiana, en los medios de comunicación, en la literatura y en las nuevas tecnologías.
La evolución de la lengua escrita, desde su perspectiva, no debe temer los cambios, ya que son inevitables y necesarios para mantener la lengua viva y funcional. En este sentido, Cassany siempre promovió una actitud abierta ante las innovaciones, siempre que no afectaran la claridad y la coherencia del sistema ortográfico.
¿Para qué sirve la ortografía según Cassany?
Según Cassany, la ortografía tiene varias funciones clave: facilitar la comprensión, promover la cohesión lingüística, enseñar la lengua y reflejar su evolución. Una ortografía clara y coherente permite que los hablantes puedan leer y escribir con mayor facilidad, lo que es fundamental tanto en el ámbito educativo como en la comunicación general.
Además, desde un punto de vista social, la ortografía sirve para reforzar la identidad lingüística y cultural. En el caso del catalán, una ortografía bien establecida es un pilar para su normalización y expansión. Para Cassany, también era una herramienta pedagógica, ya que permite enseñar la lengua de manera más estructurada y comprensible, especialmente a los niños y jóvenes que están aprendiendo a leer y escribir.
La ortografía como norma social según Cassany
En este contexto, la ortografía no solo es un sistema técnico, sino también una norma social que refleja los valores y las prioridades de una comunidad lingüística. Para Cassany, esta norma debe ser accesible, comprensible y útil para todos los usuarios de la lengua, independientemente de su nivel socioeconómico o cultural. La ortografía, desde su perspectiva, debe ser una herramienta inclusiva que favorezca la comunicación y el entendimiento mutuo.
Cassany también destacaba que la norma ortográfica no debe ser una imposición artificial, sino que debe surgir de la práctica lingüística real. Esto significa que las reglas deben basarse en el uso efectivo de la lengua, no en prescripciones aisladas. En este sentido, la ortografía es un reflejo de la sociedad y de su evolución, y debe adaptarse a las nuevas necesidades de comunicación.
La ortografía como reflejo de la lengua viva
Cassany siempre insistió en que la lengua no es una entidad fija, sino que se nutre de las experiencias y expresiones de sus hablantes. La ortografía, en este marco, debe ser una representación fiel de esta realidad. Para él, una lengua viva requiere de una ortografía dinámica, capaz de incorporar nuevos términos, adaptarse a los cambios sociales y facilitar la comunicación en todos los contextos.
Este enfoque lo convierte en un precursor del enfoque actual en lingüística, que defiende una ortografía basada en el uso real de la lengua, no en reglas puramente históricas. Para Cassany, la ortografía no solo debe reflejar la lengua como es, sino también como puede ser en el futuro, abriendo la puerta a una evolución constante y natural.
El significado de la ortografía en la visión de Cassany
Para Joan Coromines, la ortografía no es solo una herramienta técnica, sino un pilar fundamental de la lengua escrita. En su visión, la ortografía permite la transmisión del conocimiento, la preservación de la lengua y la cohesión social. Además, subraya que una ortografía bien definida facilita la enseñanza de la lengua, especialmente para los niños y jóvenes que están aprendiendo a leer y escribir.
Cassany también destacaba que la ortografía debe ser coherente y funcional, evitando grafías innecesarias o confusas. En este sentido, defendía una ortografía que fuera clara, accesible y útil para todos los usuarios del idioma. Esta visión se basa en la idea de que la lengua escrita debe ser un reflejo fiel de la lengua oral, adaptándose a sus cambios y evoluciones.
¿Cuál es el origen de la ortografía según Cassany?
Según Cassany, el origen de la ortografía está en la necesidad de representar de manera gráfica la lengua hablada. Esta necesidad surgió con la invención de la escritura y se ha desarrollado a lo largo de la historia, influenciada por factores sociales, culturales y tecnológicos. En el caso del catalán, la ortografía ha evolucionado a partir de la práctica lingüística de los distintos dialectos y ha sido influenciada por el contacto con otras lenguas, como el latín, el francés o el castellano.
Cassany siempre destacó que la ortografía moderna no se inventa de la nada, sino que se construye a partir de la observación y análisis de la lengua como se habla y escribe. En este sentido, defiende una ortografía basada en el uso real, no en prescripciones aisladas o tradiciones arcaicas que ya no reflejan la realidad lingüística actual.
La ortografía como herramienta de normalización
Para Cassany, la ortografía es una herramienta clave para la normalización del idioma. En el caso del catalán, una lengua con múltiples variantes dialectales, la ortografía actúa como un punto de unificación, permitiendo que los hablantes de diferentes regiones puedan comunicarse de manera efectiva. Esta normalización no solo favorece la cohesión lingüística, sino también la integración social y cultural.
Cassany veía en la ortografía una forma de consolidar el catalán como lengua oficial y de uso cotidiano, especialmente en contextos educativos e institucionales. Para él, una ortografía bien establecida es un pilar para la creación de contenidos pedagógicos, literarios y técnicos en catalán, lo que a su vez fortalece su presencia en la sociedad.
¿Cómo ve Cassany la relación entre ortografía y educación?
Cassany siempre defendió que la ortografía debe ser una herramienta pedagógica, no un obstáculo. En su visión, la enseñanza de la ortografía debe ser accesible, comprensible y útil para todos los estudiantes. Para él, una ortografía bien enseñada no solo mejora la escritura, sino que también refuerza la identidad lingüística y cultural del estudiante.
Además, Cassany insistía en que la enseñanza de la ortografía debe estar integrada en un enfoque más amplio de la lengua, que incluya la gramática, la pronunciación y el uso correcto en contextos reales. En este sentido, la ortografía no debe ser un conjunto de reglas aisladas, sino una parte del aprendizaje integral de la lengua.
Cómo usar la ortografía según Cassany y ejemplos de uso
Según Cassany, el uso correcto de la ortografía implica seguir un conjunto de normas claras y coherentes que faciliten la comunicación. Para ello, es fundamental conocer las reglas básicas, como el uso correcto de los acentos, la formación de los plurales, la concordancia de género y número, y la puntuación adecuada.
Un ejemplo claro es el uso del acento en palabras como *català* (acentuado en la última sílaba) frente a *català* (acentuado en la penúltima). Otro ejemplo es el uso de la diéresis en palabras como *cooperació*, que se eliminó para facilitar su lectura y escritura. Estos ejemplos muestran cómo la ortografía, desde la visión de Cassany, busca ser funcional y accesible para todos los usuarios.
La ortografía y la tecnología según Cassany
Cassany también fue consciente de la influencia de la tecnología en la evolución de la lengua escrita. En la era digital, la ortografía se ve afectada por el uso de herramientas como los correctores automáticos, las redes sociales y los mensajes de texto. Para Cassany, estas nuevas formas de comunicación no deben ser vistas como una amenaza, sino como una oportunidad para adaptar la ortografía a los nuevos contextos.
Defendía que la ortografía debe ser flexible y capaz de incorporar nuevas expresiones y formas de escritura, siempre que no afecten la claridad y la coherencia. En este sentido, la tecnología puede ser una aliada en la enseñanza de la ortografía, ofreciendo herramientas interactivas y accesibles a todos los usuarios de la lengua.
La ortografía como puente entre tradición y modernidad
Desde la visión de Cassany, la ortografía no solo debe respetar la tradición, sino que también debe ser capaz de evolucionar y adaptarse a los tiempos modernos. En este sentido, la ortografía actúa como un puente entre el pasado y el futuro, manteniendo los cimientos históricos de la lengua mientras incorpora nuevas expresiones y usos. Esta capacidad de adaptación es fundamental para garantizar que la lengua siga siendo viva y funcional.
Cassany siempre defendió que la ortografía debe ser un reflejo de la realidad lingüística actual, no de una norma estática y aislada. Esta visión lo convierte en un pionero en el enfoque moderno de la lengua escrita, que valora tanto la coherencia como la flexibilidad.
INDICE